ü Queda en
manos del Consejo Regional que dé luz verde al proyecto de la minera Afrodita.
Es probable su aprobación por la existencia de informes favorables.
ü Las comunidades
Awajún y Wampis demandan la consulta previa.
El Gobierno Regional de
Amazonas acordó con la Compañía Minera Afrodita que el Consejo Regional debe
evaluar la declaratoria de interés regional al proyecto extractivo de dicha
empresa en la Cordillera del Cóndor-aunque aún no se ha fijado una fecha-,
debido a que ya existe un informe técnico y legal favorable que lo sustenta; a
pesar que las más de 100 comunidades Awajún y Wampis del distrito El Cenepa, en
Amazonas, están en contra de la minería porque violan su derecho al territorio
y a la consulta previa.
Esta información generó el
rechazo de las comunidades y originó que declararan a Carlos Navas,
vicegobernador regional de Amazonas, persona ‘no grata’ en El Cenepa, pues
dicha autoridad mantuvo una reunión con integrantes de Afrodita donde llegaron
a dicho acuerdo. El acta
de coordinación muestra que Navas sí suscribió el documento el 6 de agosto.
Pese a ello, el
vicegobernador mantiene que sólo escuchó la propuesta de la minera-sostiene que
él no cuenta con las atribuciones para firmar un acuerdo, pues solo estaba
reemplazando al gobernador regional, Gilmer Horna, quien no estuvo presente por
tener otros compromisos.
Sin consulta previa
Los integrantes de las
comunidades recibieron la noticia con indignación ya que a los mineros ilegales
y madereros que destruyen su territorio, ahora se suman las mineras, sin
importar que el Estado, mediante el Instituto Nacional de Recursos Naturales
(INRENA, actual SERNANP), les prometió en 2004 la creación del Parque Nacional
Cordillera del Cóndor, el cual supuestamente sería intangible.
“El
Estado les dijo que no era necesaria la titulación de sus tierras porque se iba
a crear el Parque y que de esa manera su territorio iba a estar mejor
protegido. Los pueblos indígenas creyeron en el Estado y se llegó al acuerdo de
crear un Parque de más de 150 mil hectáreas. Luego mediante un decreto supremo
lo recortaron a la mitad de manera unilateral, incumpliendo el acuerdo”, señala
Juan Carlos Ruiz, abogado del Instituto de Defensa Legal (IDL).
Hasta la actualidad, el Gobierno omite las
demandas de los Awajún y Wampis quienes exigen
que se realice la consulta previa, como lo establece el Convenio 169 de la
Organización Internacional del Trabajo. Pero demandan además las comunidades
que, de expresar su rechazo en la consulta, su opinión sea respetada y no se
realice el proyecto. Es decir, no se podría poner en marcha sin el
consentimiento de estos pueblos para quienes el territorio
de la Cordillera del Cóndor es sagrado.
Sostienen que la explotación de oro no solo
pone en riesgo sus vidas, sino que
también pone en peligro el proyecto de
cacao que viene desarrollándose en la zona con financiamiento de la Unión
Europea y que beneficia a agricultores del lugar.
Asimismo, los pobladores temen la reducción de
la biodiversidad, así como la contaminación de sus ríos, bosques, tierras y el
deterioro de su salud. A eso se suma que la Defensoría del Pueblo haya catalogado a la Compañía Minera Afrodita como factor
permanente de conflicto en El Cenepa, a causa de los proyectos de
exploración minera.
“Los
proyectos de explotación de Afrodita están ubicados en la parte naciente de las
quebradas y todo el distrito vive de esa agua que baja de ahí porque no tienen
otra agua. Es por eso que las comunidades rechazan la minería y piden que se
restablezca el parque con lo acordado en el año 2004”, enfatiza la antropóloga
Sandy El Berr, investigadora del caso.
Historia de engaños
En 1996, el Estado peruano
acepta oficialmente la importancia ecológica de la Cordillera del Cóndor
identificándola como “zona prioritaria
para la conservación de la diversidad biológica nacional”. Pero el
territorio no fue reconocido legalmente, por lo que los Awajún y Wampis
solicitaron al Estado que la parte inconclusa en la cordillera sea categorizada
como un área protegida.
En el 2004, el INRENA llegó a un acuerdo como
resultado de un largo proceso de consulta previa con las comunidades Awajún y
Wampis del Condorcanqui, en el cual promete
la creación del “Parque Nacional
Ichigkat Muja – Cordillera del Cóndor” que tendría un área de 152,873
hectáreas. Pero en el año 2005, dicha institución es forzada por el Estado y la
Compañía Minera Afrodita a declarar la compatibilidad
de la minería con la zona protegida y firman un acuerdo para que las
hectáreas estén libres para las concesiones mineras de oro, de modo que, en
2007, se crea el parque con un área
reducida a 88,744 hectáreas, desatando, desde ese momento, un conflicto
socioambiental que perdura hasta la actualidad.
El Estado otorgó 109 concesiones mineras en la parte
restante del Parque, además permitió dos
proyectos de exploración minera a cargo de Afrodita, sin consultar a los
pueblos, a pesar que la minería pone en peligro la salud de los indígenas y
reduce considerablemente el abastecimiento de agua en todo el distrito El
Cenepa, además de poner en riesgo la biodiversidad de la zona.
Ante
ello, las comunidades Awajún del Cenepa exigieron al Gobierno la restitución
del Parque Nacional Ichigkat Muja – Cordillera del Cóndor según la propuesta
inicial del 2004, además de la titulación, y la protección de los recursos
naturales del la Cordillera del Condor. Sandy El Berr sostiene: “Las comunidades le solicitaron al INGEMMET una moratoria para que no otorgue concesiones
hasta que se solucione el problema en la Cordillera del Cóndor, pero nunca les
respondieron, más bien empezaron a otorgar inmediatamente varias concesiones”.
El representante legal
de la minera Afrodita, Jorge Bedoya
acumula un total de 20 concesiones en la Cordillera del Cóndor, sin
embargo, como necesitaba calificar como pequeña minería para poder trabajar
directamente con el Gobierno Regional-y saltarse al Ministerio de Energía y
Minas (MINEM)-diseñó un entramado para que Afrodita se quede aparentemente con
dos concesiones, cediendo las que estaban en su posesión a otra compañía
(Minera Hito) que también es de su propiedad.
“Incluso el OSINERGMIN (Organismo Supervisor de la Inversión de Energía y Minería) le envió un oficio diciéndole que Afrodita está impedida de realizar actividades de exploración minera si no cuenta con el permiso de usar el terreno superficial donde opera, por eso presentaron una acción de amparo contra ellos y perdieron, entonces como ven que con el MINEM no tienen suerte, ahora dicen que son pequeña minería y se van a trabajar con el Gobierno Regional, eso es mala fe”, enfatiza Ruiz.
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