- Celebran la aprobación del protocolo para el aborto terapéutico, pero luchan porque el aborto sea libre, seguro y gratuito.
Un
año tiñendo de rojo las calles de Lima, del Perú, e incluso de otros países.
Los cuerpos de mujeres y hombres,
vestidos con ropas de color bermejo, se
suceden hasta formar una larga alfombra para defender los derechos de las
mujeres. En su primer aniversario, el movimiento realizó un balance de sus
logros, demandas y pronunciamientos.
Celebran la promulgación del protocolo para el
aborto terapéutico 90 años después de su aprobación. “Más de 100 mujeres al año
afrontan embarazos que ponen en riesgo su vida”, señaló María Ysabel Cedano,
coordinadora de la Alfombra Roja. Sin embargo, su horizonte final es lograr que
el aborto sea libre, seguro y gratuito. Respecto a las voces conservadoras que
critican su aprobación, la también directora de Estudios para la Defensa y los
Derechos de la Mujer-Demus, recuerda que “hay que separar la religión de la política. La promulgación de esta guía responde al
cumplimiento de los derechos humanos”.
Asimismo,
Alejandra Ballón, fundadora de la Alfombra Roja, aseguró que el caso de las
mujeres víctimas de la esterilización forzada son una prioridad para este
movimiento. “Se trata de un crimen de lesa humanidad, y no ha habido aún una
investigación a cabalidad sobre este caso. Además, tenemos una deuda social
frente a estas mujeres”.
Parwa
Oblitas, coordinadora de este movimiento, afirma que le indigna las
contradicciones que existen en relación al tema de la maternidad, y que
finalmente, muestran los límites que se imponen al cuerpo de las mujeres.
Oblitas explica que, por una parte, se practicaron durante el fujimorismo las esterilizaciones
forzadas, decidiendo quién tenía o no derecho a ser madre, y por otra, se
penaliza el aborto, salvo por razones terapéuticas (reconocido en 1924). “Es un
derecho de la mujer decidir si quiere ser madre o no. Quiero a mi útero libre”,
declara.
Una nueva ruta en
materia de derechos de las mujeres
El
detonante para que surgiera esta iniciativa fue la inminente aprobación por el
Congreso del dictamen que modificaba el Código de Niñas, Niños y Adolescentes
en junio del año pasado. Este texto, que
hoy día se encuentra paralizado,
eliminaba la obligación del Estado de ofrecer una educación sexual en
las escuelas bajo el argumento de que correspondía únicamente a madres y padres
de familia. Asimismo, privilegiaba los derechos del concebido por encima del de
la mujer. Esto, sumado a la penalización que existe del aborto en el país, y la
dificultad de acceso a métodos anticonceptivos, sobre todo de la anticoncepción
oral de emergencia, en especial para las mujeres más pobres, fue la causa que
desencadenó esta iniciativa.
Desde
entonces, se han tendido en el suelo
para que no se pisoteen los derechos políticos de las mujeres, el derecho de
una mujer a decidir si quiere o no ser madre, en contra del feminicidio, por
las víctimas de la esterilización forzada, en favor de la Unión Civil.
“Es
una alfombra roja porque tradicionalmente se usaba para señalar la ruta que el
Gobierno debía seguir, se trata con ello de enseñarle un nuevo rumbo. Simboliza
la lucha permanente por los derechos de las mujeres. Además, el rojo, era antiguamente un símbolo
de poder. Se trata de devolver el poder político y económico al cuerpo de las
mujeres”, explica Alejandra Ballón. “Como diría Vallejo-añade- es un estruendo
mudo”.
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