viernes, 8 de abril de 2016

Naciones Unidas: “Urge a Perú cerrar brechas de exclusión educativa de estudiantes con discapacidad”

  • El Comité de los Derechos del Niño de las Naciones Unidas pidió que Perú asigne los recursos humanos, técnicos y financieros necesarios en beneficio del 54% de niños con discapacidad que no saben leer ni escribir.
  • Liliana Peñaherrera de SODIS hace un análisis sobre la educación inclusiva en Perú: “Hay una fuerte exclusión y muchos prejuicios hacia los niños con discapacidad”.
Inició el año escolar  y  niños con discapacidad en edad escolar en el Perú no solo tienen que enfrentar barreras arquitectónicas y urbanísticas para acceder a la escuela, sino también  prejuicios, desinformación, ausencia de transporte público adecuado y falta de recursos (docentes insuficientemente preparados, curriculum no adaptado, materiales insuficientes en braille o en lenguaje fácil, por ejemplo).
 
En las recientes recomendaciones que el Comité de los Derechos del Niño de la ONU  plantea al estado peruano, destaca su preocupación por las altas cifras de discriminación y exclusión de los menores con discapacidad, señalando el hecho de que más del 90% no poseen un certificado de discapacidad y que el 54% de la niñez con discapacidad en Perú no sabe leer ni escribir, y recomienda –entre otras medidas-  que se destinen los recursos necesarios para cambiar estas situaciones.
 
En sus "Observaciones finales sobre los informes periódicos cuarto y quinto combinados de Perú” (enero 2016), el Comité destaca que existe un acceso limitado a la educación inclusiva para los niños y niñas con discapacidad, en particular en las zonas rurales y remotas, debido -entre otras cosas- a la falta de infraestructura y recursos adecuados, además de la limitada ayuda del Servicio de Apoyo y Asesoramiento de las Necesidades Educativas Especiales (SAANEE).
 
“Al Comité le preocupa muchísimo el hecho que haya 120 mil niños con discapacidad fuera del sistema y esa es una realidad que el Ministerio de Educación no está asumiendo con la energía que deberí”, sostiene Liliana Peñaherrera, directora de SODIS. Los prejuicios, las barreras mentales y la desinformación son también factores clave.
 
¿Hay educación inclusiva en Perú?
En Perú, más de 54 mil niños, niñas y adolescentes y jóvenes con discapacidad estudian en instituciones denominadas inclusivas, sean públicas o privadas. Sin embargo, de este universo, solo 10 mil 667 reciben atención especializada y soporte a través del SAANEE, según el Ministerio de Educación. Apenas 17,000 estudian en los 342 colegios de educación especial. Más de 120,000 niñas, niños y adolescentes con discapacidad permanecen fuera de las aulas, en sus casas, sin posibilidad de potenciar sus habilidades, de ser parte de su comunidad.
 
Situación de los y las menores con discapacidad
Solo 4,9% de infantes con discapacidad entre 0 y 3 años acude a un programa de intervención temprana.
62.8% de niños y niñas con discapacidad entre 3 y 5 años no va a centros de educación inicial.
36,9% de menores con discapacidad entre 6 y 11 años no asiste a la escuela primaria.
49,2% de adolescentes con discapacidad entre 12 a 17 años no asiste a la escuela secundaria.
85,9% entre 18 y 24 años no asiste a ningún centro educativo.
Únicamente 22,4% cuenta con educación secundaria completa.
Fuente: Primera Encuesta Nacional. Especializada sobre Discapacidad 2012 (INEI)
 
Las cifras muestran que a pesar que se ha tratado de impulsar la educación inclusiva en Perú, aún tenemos muchos retos por delante. Los planes que desde el MINEDU se han querido implementar desde el 2004 para promover el acceso a la educación y una sustancial mejora del servicio, no han dado los resultados esperados.
 
Liliana Peñaherrera expone que “estamos insistiendo en que debe haber un único sistema que provea los recursos necesarios para atender las necesidades educativas de todos sus estudiantes y poder potenciar sus capacidades". Ello requiere, explica, que cada colegio se haga responsable de todos sus alumnos, sin depender de un apoyo externo como los SAANEE.
 
Para este año 2016 el Ministerio de Educación ha identificado 401 colegios que incluyen estudiantes con discapacidad que serán dotados de recursos tecnológicos, de materiales y capacitación. Asimismo, ha establecido que 1,000 acompañantes pedagógicos - figura que ya existe para apoyar a la niñez indígena en las escuelas - atiendan también a niños con discapacidad incluidos en escuelas regulares, y ha implementado un centro de recursos en cada región para apoyar a los docentes. No obstante, se requiere un plan que articule acciones con otras direcciones al interior del ministerio y con otros sectores, claramente con salud.
 
SODIS ve con preocupación, además, que las normas de matrícula escolar existentes se hayan limitado a establecer la obligatoriedad de la reserva de dos vacantes por aula en colegios públicos y privados, sin resolver problemas como los costos adicionales por el acompañamiento y apoyo en el aula de los estudiantes, que suelen cargarse a los padres de familia. Frente a ello, consideran indispensable que el Ministerio de Educación priorice el tema de la educación de niños y niñas con discapacidad dentro de la reforma educativa en marcha.
 
"Nos queda claro que no es principalmente un tema de recursos económicos. La mayor dificultad radica en las barreras mentales que tiene la gente; en la creencia y en el prejuicio de que estos niños no aprenden igual, o no aprenden del todo, o no aprenden nada”, declara Peñaherrera.

viernes, 26 de febrero de 2016

Planes de Gobierno deben de poner más atención a la Seguridad Alimentaria


  • A pesar del crecimiento económico, el 46% de la población rural peruana es vulnerable a la pobreza. Producen el 70% de los alimentos, y son los que tienen los índices más altos de desnutrición.
  • Expertos coinciden en la necesidad de poner en marcha las políticas públicas de fomento a la agricultura familiar, y en aprobar  la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional que se encuentra paralizada en el Congreso.
Las elecciones se acercan, la alimentación  y pequeña agricultura no se cuelan entre los temas prioritarios de los candidatos,  pese a que el 70% de los productos con los que nos alimentamos cada día son producidos por los pequeños agricultores.   Pero  además  se da la cruel paradoja de que casi la mitad de los productores son los más vulnerables a la pobreza, como recuerda Cepes, la FAO y la OPS/OMS organizaciones que están promoviendo un foro sobre Seguridad Alimentaria y Agricultura Familiar (25 de febrero), donde debatirán sus propuestas  los equipos técnicos de los principales partidos políticos. ¿Cómo se asegurará en los próximos cinco años que toda la población tenga acceso a alimentos?  El cambio climático, el Fenómeno El Niño y  la competencia por el uso de los suelos avizoran un horizonte poco halagüeño que podría conducirnos a un serio problema de inseguridad alimentaria.

Agricultura familiar, sector estratégico

“La importancia de la agricultura familiar es doble en el tema alimentario, hay que tomar en cuenta que la desnutrición se da principalmente en las áreas rurales y, en especial, en el seno de esa agricultura. Entonces, una política de apoyo y fomento a la agricultura familiar contribuiría no solamente a mejorar la constitución de alimentos, sino que también ayudaría a que ese sector más pobre de la agricultura se enfrente al problema de desnutrición”, señala Fernando Eguren, presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes).

Más de medio millón de niños sufren de desnutrición crónica, concentrada en Huancavelica, Cajamarca, Huánuco, Apurímac  y  Ayacucho. Estas regiones  junto a Amazonas son además las que tienen mayores niveles de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, según el mapa de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y el Programa Mundial de Alimentos, de las NNUU (PMA).

Sin embargo, la situación de la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en el área urbana también es preocupante, pues según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), a pesar que la prevalencia de la DCI en el área urbana es 3.5 veces menos que la del área rural, la cantidad de niños menores de cinco años desnutridos es muy similar (141 mil en el área urbana y 167 mil en el área rural). Por tal motivo, es evidente que la desnutrición no solo se debe combatir en las zonas rurales.

Esta problemática ha llamado la atención mundial, diversas organizaciones de las Naciones Unidas como la FAO, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varias instituciones nacionales como Cepes, vienen promoviendo debates para que el tema forme parte de una agenda nacional y mundial. “Para la FAO es una realidad mundial la existencia de estos pequeños agricultores en el mundo, pero que curiosamente no han estado suficientemente visibilizados para las políticas públicas globales y nacionales”, añade Alberto García, asesor de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

Los especialistas destacan que en Perú no solo hay problemas de desnutrición, sino también de malnutrición, como la obesidad. En octubre del año pasado la Asociación Peruana de Estudio de la Obesidad y Aterosclerosis (APOA) alertó de que el número de niños y adolescentes obesos y con sobrepeso se incrementó en algunos departamentos del país del 3% hasta el  19% en las tres últimas décadas, aumentando sus posibilidades de contraer  diabetes, hipertensión, cáncer y enfermedades cardiovasculares.

García sostiene que la agricultura familiar es un sector estratégico para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en el mundo, porque es responsable de la mayor parte de la producción de alimentos frescos, no industrializados.

Eguren manifiesta que la agricultura familiar no solamente es clave para la seguridad alimentaria del país, sino que nos ayudaría a generar un desarrollo descentralizado, más equilibrado y más equitativo, pues más del 97% de las unidades agropecuarias del país (2 millones 157 mil) pertenecen a la agricultura familiar: “La manera más eficaz para combatir de manera permanente la pobreza es con el desarrollo rural, incluso es uno de los sectores que crea más empleo”, dice el especialista.

Menos suelo cultivable

“Hace 50 años se hicieron estudios que demostraron que un tercio de las tierras de la costa estaban salinizadas, no se ha hecho nada al respecto y tampoco hay nuevos estudios. En términos del cuidado del suelo, nuestro país es una desgracia”, sentencia Eguren. El estrés hídrico se revela como otro de los graves problemas que disminuiría la capacidad de producir alimentos, además de las inundaciones o sequías por el Fenómeno El Niño.

Asimismo, la mala distribución de los recursos ha ocasionado que en zonas como Ica, los pequeños agricultores no tengan agua, pues son las grandes agroexportadoras las que se benefician con el recurso elemental: “Es realmente un problema, si pones de ejemplo lo que está sucediendo en Ica, te das cuenta que lo que ha sucedido en los últimos años es catastrófico para el futuro de ese lugar”, señala el asesor de la FAO.

“Los gobiernos van a tener que optar sobre qué partes de la agricultura priorizan. En términos de adjudicación de recursos públicos, la gran agricultura destinada a las exportaciones absorbe más recursos que aquella que va a la agricultura familiar, cambiar eso es una decisión política”, sostiene Eguren.

¿Qué está haciendo Perú?

Durante este Gobierno se ha avanzado lentamente en la normativa con respecto a seguridad alimentaria y agricultura familiar. Existe una Estrategia Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional 2013-2021 que pretende impulsar la agricultura familiar en la producción de alimentos. Asimismo, en 2015 se aprobó una Estrategia Nacional de Agricultura Familiar, mediante Decreto Supremo 009-2015-MINAGRI.

La norma más clara en el tema es la Ley de Promoción y Desarrollo de la Agricultura Familiar (N° 30355) que reconoce su importancia como conservadora de la agrobiodiversidad y el uso sostenible de los recursos naturales. Sin embargo, la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional está estancada en el Congreso, debido a las observaciones de la congresista fujimorista, Martha Chávez.   La ley que está paralizada porque no se da el reglamento, por oposición de la industria alimentaria y las empresas de publicidad, es la de Promoción de Alimentos Saludables para Niños, Niñas y Adolescentes, que fue promulgada en mayo del 2013 y aún no se aplica. 

“Hay un cuerpo normativo que está esperando, está en la línea de partida de que comience su ejecución y esto depende mucho de decisiones políticas. Podríamos decir que esos temas están entrando en agenda, pero todavía es insuficiente. Sin duda este es un tema que va a retar al próximo gobierno y al próximo Congreso”, declara Eguren.
 
Por otro lado, ambos especialistas señalan que ha sido muy importante la presencia de programas sociales como “Juntos”, “Pensión 65” y “Qali Warma”. Asimismo, consideran que se debe seguir impulsando los mismos, pues son importantes para la reducción de la pobreza. “La gente que sale de la pobreza, puede regresar mucho más rápido a ella. Ese crecimiento, esa clase media es un fenómeno transitorio”, comenta García.

¿Cuáles son los desafíos que afrontará el próximo gobierno en seguridad alimentaria?


Si invertir en una buena alimentación es nutrir el futuro, ¿qué horizonte se avecina para Perú? ¿Cómo garantizarán los candidatos políticos que los ciudadanos tengamos acceso a alimentos sanos y nutritivos? Hoy los partidos políticos podrán exponer sus propuestas en esta materia, teniendo en cuenta que a pesar de que más del 70% de los alimentos que consumimos todos los peruanos son cultivados por pequeños agricultores que cuentan con escaso apoyo del Estado, existe la paradoja de que aumenta la obesidad -afectando al 19% de los niños y adolescentes- y todavía más de medio millón de infantes sufren de desnutrición crónica.

Según el Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), entre los principales desafíos se encuentra el poner en marcha políticas públicas de fomento a la agricultura familiar, aprobar la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutricional que se encuentra paralizada en el Congreso, tener una legislatura que afronte los efectos del cambio climático, el Fenómeno El Niño y la competencia por el uso de los suelos. Es importante que los partidos políticos aborden estas temáticas en sus planes de gobierno para no caer en la inseguridad alimentaria, pues la problemática no solo se reduce a alimentos, sino a la necesidad de garantizar los recursos naturales necesarios para su producción.

Fernando Eguren, presidente del Cepes señala que es importante que los candidatos miren el tema de manera transversal: “La seguridad alimentaria debería verse como un tema eje para que se realicen buenas políticas al respecto, pero lo que sucede es que hay una visión fragmentada del tema”.

“Para la FAO es una realidad mundial la existencia de estos pequeños agricultores en el mundo, pero que curiosamente no han estado suficientemente visibilizados para las políticas públicas globales y nacionales”, añade Alberto García, quien mira a la agricultura familiar como un sector estratégico para garantizar la seguridad alimentaria y nutricional en el mundo.

“La pequeña agricultura nos ayudaría a generar un desarrollo descentralizado, más equilibrado y más equitativo, pues más del 97% de las unidades agropecuarias del país (2 millones 157 mil) pertenecen a la agricultura familiar y la manera más eficaz para combatir de manera permanente la pobreza es con el desarrollo rural”, dice Eguren.

Cifras alarmantes

En Perú, más de medio millón de niños sufren de desnutrición crónica, concentrada en Huancavelica, Cajamarca, Huánuco, Apurímac  y  Ayacucho. Estas regiones  junto a Amazonas son además las que tienen mayores niveles de vulnerabilidad a la inseguridad alimentaria, según el mapa de Vulnerabilidad a la Inseguridad Alimentaria del Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social y el Programa Mundial de Alimentos, de las NNUU (PMA).

“Una política de apoyo y fomento a la agricultura familiar contribuiría no solamente a mejorar la constitución de alimentos, sino que también ayudaría a que ese sector más pobre de la agricultura se enfrente al problema de desnutrición”, señala el presidente de Cepes. Pero esta situación no es exclusiva de las zonas rurales, pues -según el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI)- a pesar que la prevalencia de la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en el área urbana es 3.5 veces menos que la del área rural, la cantidad de niños menores de cinco años desnutridos es muy similar (141 mil en el área urbana y 167 mil en el área rural). Lo cual hace evidente que la desnutrición no solo se debe combatir en las zonas rurales.

Y si por un lado existe desnutrición, por el otro está la malnutrición. En octubre del año pasado la Asociación Peruana de Estudio de la Obesidad y Aterosclerosis (APOA) alertó de que el número de niños y adolescentes obesos y con sobrepeso se incrementó en algunos departamentos del país del 3% hasta el  19% en las tres últimas décadas, aumentando sus posibilidades de contraer  diabetes, hipertensión, cáncer y enfermedades cardiovasculares.

Amenazas silenciosas

Desde Cepes, advierten que hace 50 años se hicieron estudios que demostraron que un tercio de las tierras de la costa estaban salinizadas, pero no se han hecho ni siquiera nuevos estudios al respecto. “En términos del cuidado del suelo, nuestro país es una desgracia”, sentencia Eguren.

Otra amenaza es la falta de agua que disminuiría la capacidad de producir alimentos, además de las inundaciones o sequías por el Fenómeno de El Niño. Por ende, es importante que se incluyan propuestas políticas en relación a los suelos y a la biodiversidad.

lunes, 8 de febrero de 2016

Partidos que ya gobernaron no incluyen a personas con discapacidad en sus planes electorales


  • Acción Popular, la Alianza Popular y el Partido Nacionalista no incluyeron propuestas en materia de discapacidad, en sus planes de gobierno.
 
De los 19 partidos políticos y alianzas electorales que están participando en las elecciones, cinco no han considerado -en sus planes de gobierno- propuestas para mejorar la calidad de vida del millón y medio de peruanos con discapacidad. Y  tres de las cinco agrupaciones políticas que omitieron a ese sector poblacional han gobernado el país hasta en dos oportunidades, como es el caso del Partido Aprista Peruano, cuyo candidato es Alan García por la Alianza Popular; el Partido Nacionalista Peruano, que propone a Daniel Urresti; y Acción Popular, cuyo postulante es Alfredo Barnechea.
 
“Es lamentable que partidos que ya han sido gobierno y que han podido ejecutar políticas públicas para las personas con discapacidad, ahora no los estén contemplando”, señala Liliana Peñaherrera, directora de Sociedad y Discapacidad (SODIS).
 
Los otros dos partidos que no consideraron a las personas con discapacidad en sus planes de gobierno son Progresando Perú, de Miguel Hilario y Siempre Unidos, de Felipe Castillo, ex alcalde del distrito de Los Olivos, quien además fue candidato a la alcaldía de Lima.
 
Pero no todo es negativo, pues 14 agrupaciones políticas y alianzas electorales sí incluyeron a las personas con discapacidad en sus programas electorales. El partido que tiene el plan de gobierno más completo en materia de discapacidad es Peruanos por el Kambio (PPK), del candidato Pedro Pablo Kuczynski; seguido del Frente Amplio (FA), cuya candidata es Verónika Mendoza, y Todos por el Perú, de Julio Guzmán. Estas tres agrupaciones han asumido, por ejemplo, el compromiso de aprobar e implementar el Plan Nacional de Accesibilidad para las personas con discapacidad, que debió estar listo hace más de dos años, según la Ley General de la Persona con Discapacidad (N° 29973).
 
“Este plan es la puerta de entrada para ejercer una serie de derechos. Es importante que sea valorado así por algunos partidos. Eso da pie a que, cuando accedan al gobierno, se les pueda exigir el cumplimiento efectivo de las cosas que han ofrecido en sus planes”, sostiene Percy Medina, representante de Idea Internacional en Perú.
 
Peñaherrera destaca que PPK y el FA han incluido activamente a las personas con discapacidad en la elaboración de sus planes de gobierno: “En el caso de PPK está Carla Mertz quien tiene Síndrome Down, también está Giancarlo Contreras (discapacidad física) en su lista parlamentaria. El Frente Amplio tiene a Sonia Malca (discapacidad física y auditiva) que tiene mucha claridad sobre cómo incluir a las personas con discapacidad en las políticas públicas”, enfatiza Peñaherrera. Resalta además que, para conocer las necesidades de este colectivo, es fundamental que las personas con discapacidad tengan participación dentro de las agrupaciones políticas.
 
Todos por el Perú propone, además, empoderar al Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad (CONADIS) frente a los diferentes ministerios, pues dicho ente ha sido duramente cuestionado. “El CONADIS no tiene productividad, no fiscaliza el cumplimiento de las normas, no ha sido efectivo en su labor: tenemos plata, tenemos ley, tenemos reglamento, pero seguimos en el mismo problema. No hay ejecución ni cumplimiento de ley”, señala Hugo León, presidente Confederación Nacional de Personas con Discapacidad (Confenadip).
 
Por otro lado, el plan de gobierno del Partido Político Orden, de Antero Flores Araoz, también incluye propuestas en materia de salud, educación, trabajo y fortalecimiento institucional que buscan responder a las demandas e intereses de las personas con discapacidad. Entre otras cosas, propone la incorporación de sistemas alternativos de información y comuniación en las escuelas.
 
El resto de partidos
Partidos como Solidaridad Nacional, Fuerza Popular, Perú Patria Segura, Democracia Directa, Alianza Para el Progreso, Partido Humanista Peruano, Perú Posible, Perú Libertario, Progreso y Obras, y Perú Nación también han incluido a las personas con discapacidad en sus respectivos proyectos electorales aunque con propuestas parciales, muy generales, y sin hacer un análisis de la situación de dicho colectivo.
 
Medina argumenta que aunque en el pasado los temas relacionados a la discapacidad no hayan sido lo suficientemente atendidos, “eso no quiere decir que las cosas deban seguir siendo así, sino que justamente hay que recoger las nuevas preocupaciones de los distintos electorados e implementar políticas específicas para personas con discapacidad.
 
“Lo ven como un tema económico, chocar con la economía representa que se hagan nuevas políticas públicas para igualar o beneficiar a la personas con discapacidad, y ellos no están dispuestos a hacerlo, por eso no tocan el tema directamente, ni se comprometen a ellos”, dice León. Peñaherrera sostiene que “existe un concepto errado al creer que las personas con discapacidad son improductivas; no pueden seguir siendo consideradas como una carga para el Estado”, puntualiza.
 
Un reto pendiente
Para las personas con discapacidad, un reto pendiente es la reforma del Código Civil, y el único partido que se ha comprometido a continuar con dicha reforma es PPK. Sin cambios en el Código Civil este sector poblacional tiene restringido muchos de sus derechos, bajo la figura de la interdicción (no puede votar, casarse o tramitar una tarjeta bancaria); el  proyecto está esperando a ser debatido en el Congreso. “Nosotros consideramos que el tema de capacidad jurídica es central. En este gobierno no se ha avanzado, y están dejando la responsabilidad para el próximo mandato”, señala Hugo León, quien espera que los demás partidos políticos planteen la continuidad de dicha propuesta.

jueves, 21 de enero de 2016

Ley de lenguas abre la puerta al reconocimiento colectivo de los derechos indígenas


En diciembre de 2015, se inició el proceso de consulta previa del reglamento de la Ley de Lenguas Indígenas (N° 29735). Este proceso lo promueve el Ministerio de Cultura (Mincul) y vienen participando siete organizaciones indígenas. Dichas organizaciones saludan el inicio de la consulta del Reglamento, toda vez que hace cuatro años denunciaron la omisión de la consulta previa en la aprobación de la referida ley.  

El reglamento de la Ley de Lengua Indígenas, es una norma que afecta directamente a los pueblos indígenas.  Ella debería establecer garantías para la protección de los derechos lingüísticos y asegurar el mantenimiento de los dialectos, más aún cuando a la fecha 37 de lenguas originarias se habrían extinguido, según el Mincul.

Henderson Rengifo, presidente de AIDESEP, expresó que el objetivo que tiene la Ley de Lenguas es respetar los derechos que tienen los pueblos en todos los niveles: “Nosotros esperamos que se respete la expresión de los pueblos en su propio idioma, que sean reconocidos y se valore su cultura, eso ayudaría fortalecer la identidad de los indígenas”, manifestó.

Las siete organizaciones convocadas a este proceso son la Confederación Campesina del Perú (CCP), Confederación de Nacionalidades Amazónicas del Perú (CONAP), Confederación Nacional Agraria (CNA), Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (FENMUCARINAP); así como la Organización Nacional de Mujeres Indígenas, Andinas y Amazónicas del Perú (ONAMIAP); la Unión Nacional de Comunidades Aymaras (UNCA) y la Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP).

Ley de Lenguas omitió consulta

La “Ley que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de las lenguas originarias del Perú” (Ley de Lenguas Indígenas) fue promulgada en julio del año 2011, sin haber sido consultada a los pueblos indígenas, en ese entonces se alegó que la omisión se debía a que aún no se contaba con una Ley de Consulta Previa, la misma que fue aprobada un mes después. No se tomó en cuenta, que estaba vigente el Convenio 169 de la OIT, el cual fue ratificado por el Perú el año 1994 y entró en vigencia en 1995.

Antolín Huáscar, presidente de la Confederación Nacional Agraria (CNA), señala que “esa ley debió aprobarse mediante consulta previa con los pueblos indígenas, pero ellos la aprobaron sin consulta porque dicen que la ley todavía no estaba promulgada; sin embargo, ya existía el Convenio 169 y no lo hicieron, no hubo voluntad política”.

Con la decisión de consultar el Reglamento, el Estado peruano parece buscar reivindicarse con las comunidades en este tema, así lo perciben sus organizaciones representativas:

“Como nosotros no hemos participado de la ley misma, teníamos esa inquietud sobre la reglamentación. Es positivo para nosotros que haya una Ley de Lenguas Indígenas, pero todos estos años estuvimos con la expectativa sobre cuándo se iba a reglamentar. Sin embargo, terminamos el año 2015 con esa buena noticia de que sí se reglamentará y que se realizará consulta previa”, manifiesta Ketty Marcelo López, vicepresidenta de la ONAMIAP.

Para AIDESEP, la consulta del Reglamento también es necesaria, a pesar que no se haya realizado consulta a la Ley de Lenguas. Henderson Rengifo considera que los procesos de consulta han ido evolucionando con los años y que los pueblos siempre han sido dialogantes y tolerantes en los procesos, por eso han aceptado participar del proceso en marcha.

¿Qué se espera del Reglamento?

En el Perú se hablan 47 lenguas originarias (cuatro andinas y 43 amazónicas), según el Ministerio de Cultura. Dicha entidad también informó que otras 37 lenguas, se habrían extinguido. A eso se suma que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) señaló que 29 lenguas oriundas estarían en peligro de extinción.

Las alarmantes cifras hicieron que en el Perú se inicie un proceso de revalorización de las lenguas indígenas que tiene como un hito, la reglamentación de la Ley de Lenguas.  Al  respecto, las comunidades se preguntan de qué manera se beneficiarán.  Si en adelante, podrán expresarse y serán atendidos por las instituciones estatales en sus propias lenguas.

 
La lingüista Nila Vigil señala que ésta es una situación complicada: “Ni la ley ni el reglamento son suficientes para la revalorización, pero sientan un precedente y llenan un vacío legal que siempre estuvo presente, pues los derechos lingüísticos están entrando en la agenda nacional. El reconocimiento de las lenguas indígenas en pie de igualdad con el castellano, servirá para dejar de lado el imperialismo lingüístico del castellano. Ahora las personas podrán exigir ser atendidas en sus lenguas, en todas las instancias estatales”, enfatiza Vigil.

Para Ketty Marcelo, los usos lingüísticos de las lenguas indígenas deben tener mayor importancia: “Necesitamos impulsar las lenguas nativas desde los diferentes espacios, que se den como una normativa para que prevalezcan en todas partes. Por ejemplo, que en las instituciones públicas como las municipalidades o Gobiernos Regionales se atienda a las personas en sus lenguas maternas”, comenta la vicepresidenta de la ONAMIAP.

Educación de la mano con la lengua materna

Si bien se espera que las lenguas indígenas se revaloren en la comunidad en general, también hay una necesidad de que los estudiantes de los pueblos originarios puedan ser educados revalorando su lengua indígena y que la misma sea considerada como otro idioma al momento de culminar sus estudios.

Antolín Huáscar declara que una de las cosas que espera se logren con la ley es que haya profesores bilingües en las escuelas y universidades, que hablen la lengua materna, pues considera que se ha perdido mucho y espera que esa situación pueda revertirse: “De esa forma, podemos tener de aquí a unos 15 o 20 años, profesionales hablando diferentes lenguas maternas. Ese es el objetivo”, sustenta el presidente de la CNA.

Para Nila Vigil, se trata de un asunto de derechos humanos, pues considera que hay muchos niños indígenas que son torturados y burlados constantemente al no permitirles comunicarse en su lengua materna. No obstante, agrega que hay nuevas leyes como la Ley Universitaria (N° 30220) que han abierto camino a la revalorización de las lenguas: La ley universitaria, reconoce que para doctorarse se pueden escoger dos lenguas extranjeras o una lengua extranjera y una lengua peruana, esto también servirá para revalorar nuestras lenguas indígenas”, señala la lingüista.

Similar opinión tiene Ketty Marcelo, pues alega que están buscando que sus lenguas sean respetadas también en los centros universitarios: “Cuando los jóvenes terminan la universidad, les piden el inglés como segunda lengua, ahora nosotros queremos que las lenguas originarias también sean consideradas y que los estudiantes awajún o asháninka sigan haciendo prevalecer sus lenguas nativas”.

Henderson Rengifo expresa que los amazónicos tuvieron que aprender a hablar el castellano, por eso considera que no es ajeno que otras personas puedan aprender sus lenguas como el awajún o el achuar, entre otras: “Quienes tal vez deberían aprenderlas son los funcionarios públicos, de la salud e incluso de los ministerios, pues así podríamos conversar en confianza y entendernos mejor porque es diferente hablar en tu lengua originaria”, sostiene.

A pesar que es un paso más al reconocimiento indígena, los integrantes de las organizaciones esperan que se sigan visibilizando los temas que los conciernen, pues muchas veces se han sentido invisibles ante el Estado. Asimismo, esperan que no se vean truncadas las políticas públicas que propongan para mejorar la calidad de vida indígena y que la consulta previa al reglamento de la Ley de Lenguas finalice de manera exitosa en marzo de este año.

jueves, 7 de enero de 2016

Los obstáculos de las personas con discapacidad para dar el salto a la política

ü  En la actualidad, hay  tres congresistas que cuentan con alguna discapacidad. Las Naciones Unidas establece que se debe garantizar la participación política de las personas con discapacidad. Preguntamos sobre la participación política de personas con discapacidad a activistas y miembros de diferentes formaciones políticas: PPK, Frente Amplio y Alianza para el Progreso.

ü  La falta de educación y accesibilidad son uno de los principales obstáculos para involucrarse políticamente.

Participar en política es todavía un reto para las personas con discapacidad. Su escasa representación política y las reducidas propuestas en los programas de los partidos políticos contribuyen a su exclusión. A pesar de que 1 de cada 6 peruanos tienen algún tipo de discapacidad (son más de un millón y medio, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática) en el Congreso hay tan sólo tres congresistas. Más allá del escenario parlamentario, ni siquiera existen las estadísticas.

Sonia Malca, activista del Frente Amplio con discapacidad física y auditiva, considera que generar las condiciones que garanticen la participación de las personas con discapacidad en los procesos electorales, visibilizará en todos los niveles e instancias del Estado y sus tres poderes, las necesidades, aspiraciones y expectativas del colectivo.

“Los partidos políticos deben poner en debate medidas transversales, que acaben con los principales problemas de las personas con discapacidad. Además, muchos de los congresistas que han llegado al poder, no han avanzado en incentivar reformas en materia de accesibilidad, educación inclusiva y transporte”, comenta Giancarlo Contreras, candidato al Congreso por el Partido Peruanos por el Kambio (PPK), quien tiene distrofia muscular y se moviliza en  una silla de ruedas.

“Es muy importante que las personas con discapacidad tengan espacios de diferente índole para que puedan trabajar el tema discapacidad. Aparte, según el artículo 29 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, tienen el derecho a participar en la política, representar y ser representados”, señala Bárbara Ventura, activista y militante del partido Alianza Para el Progreso, quien también es usuaria de silla de ruedas.

Perú ratificó la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad en enero del 2008. Este documento normativo insta a  los Estados a promover la participación política de las personas con discapacidad en igualdad de condiciones que las demás. Es decir, el Estado peruano está obligado a eliminar todas las barreras físicas, de información o comunicación, así como actitudinales, que pueden limitar su participación política, y generar las condiciones para que la representación de dicho colectivo esté asegurada.

“La participación política de las personas con discapacidad es necesaria para asegurar que los intereses de dicho colectivo sean representados. Si queremos construir una verdadera sociedad inclusiva, las voces diversas sociedad deben ser escuchadas.”, argumenta el presidente de Sociedad y Discapacidad (SODIS), Alberto Vásquez.

¿Es necesaria una cuota?

Durante el debate sobre la aprobación de la Ley General de la Persona con Discapacidad (Nº 29973), se generó una discusión sobre si debía existir o no, una cuota específica que promueva la mayor participación de las personas con discapacidad en las elecciones nacionales, regionales y locales. Dicha propuesta no fue aceptada, pero hasta la actualidad el debate sigue latente entre el colectivo de personas con discapacidad.

La propuesta no prosperó, en parte, porque la representación de personas con discapacidad en el Congreso de la República, en ese momento, era significativa. Se contaba con cinco congresistas con discapacidad (Diez Canseco, Vacchelli, Urtecho, Reynaga y Galarreta), una cifra significativa para el promedio regional. La situación en los gobiernos regionales y locales, sin embargo, es bastante distinta”, enfatiza Vásquez.

Si bien en dicha oportunidad se contaba con cinco congresistas con discapacidad, actualmente solo hay tres parlamentarios con discapacidad, tras la destitución de Michael Urtecho por corrupción y  por el fallecimiento de Javier Diez Canseco en mayo del 2013.

Ventura manifiesta que las mismas personas con discapacidad tienen una opinión divida con respecto a la cuota: “Por una parte, no podemos obligar a que tengan personas con discapacidad como candidatos, sino que deberían tenerlas porque son personas productivas. Pero, si lo vemos desde otro punto de vista, así como se piden porcentajes de género o jóvenes, pienso que también sería importante que haya una cuota porque así habría una visibilización de las personas con discapacidad como protagonistas”, señala.

Para Contreras, las personas con discapacidad y sin discapacidad deben tener las mismas oportunidades: “Yo no estoy en contra ni a favor de la cuota. Todos podemos trabajar a favor de las personas con discapacidad, solo hace falta sensibilización”.

Vásquez considera que lo más importante es que el Estado, a través del Conadis (Consejo Nacional para la Integración de la Persona con Discapacidad) y los distintos órganos electorales, promueva activamente la participación de las personas con discapacidad en los distintos partidos políticos, ya sea a través de medidas de toma de conciencia o la creación de fondos específicos para el apoyo a candidatos 

Problemática para planes de gobierno

Es importante que las propuestas políticas de los partidos aspirantes a la presidencia de nuestro país incluyan reformas en el ámbito de la discapacidad, pues son necesarias propuestas efectivas en diversos ámbitos. Además se debe vigilar que se cumpla con las normas ya establecidas en la Ley General de las Personas con Discapacidad y en el Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

“Creo que hay tres temas vitales: accesibilidad y no solo en infraestructura, sino también en los mensajes, que sean en lengua de señas por ejemplo. Otro tema es el transporte, también la inclusión social y que se promocione la vida independiente para las personas con discapacidad”, comenta Bárbara Ventura. Mientras que Giancarlo Contreras sostiene que, de llegar al Congreso, pelearía porque las personas con discapacidad tengan educación inclusiva e incentivaría una reforma en el transporte. Agrega que hay otros dos temas claves que se deberían discutir: accesibilidad y empleo.

Para Malca, los formuladores de planes de gobierno “deberían visualizar la forma en cómo sus ejes de desarrollo nacional, van a  alcanzar a  las personas con discapacidad. Para esto, no hay nada mejor que incluir a las mismas personas con discapacidad dentro de los grupos de discusión”, señala.

Vásquez considera que lo más importante es que los partidos desarrollen sus programas y propuesta de gobierno en conjunto o en consulta con las organizaciones de personas con discapacidad y sus propios candidatos y candidatas con discapacidad. “Desde SODIS, con el apoyo de IDEA, queremos ayudar a acortar la brecha entre ambos espacios y promover espacios de debate sobre las distintas propuestas que se pongan en la mesa. Son varios los temas en materia de discapacidad que podrían abordar los distintos partidos que aspiran a gobernar el país en el próximo quinquenio: accesibilidad, inclusión social y vida independiente, por ejemplo”.

martes, 5 de enero de 2016

Claroscuros sobre la consulta previa en el 2015

Especial: Consulta previa. Consultape.com realiza un análisis sobre los procesos de  consulta previa realizados durante el 2015

Ø  A pesar de haberse realizado varias consultas previas a nivel nacional, las comunidades esperan que los acuerdos alcanzados durante el proceso, se visibilicen en sus comunidades.
Cuatro años han pasado desde que el Gobierno de Ollanta Humala aprobara la Ley de Consulta Previa (N° 29785). El resultado: 27 procesos de consulta previa puestos en marcha, 15 de ellos finalizados, y 12 en proceso. Las novedades del 2015  fueron las tres primeras consultas en minería, y zanjar la consulta en el estratégico lote petrolero 192 en Andoas (Loreto), -una rémora  para  el Ejecutivo que llevaba arrastrando desde el 2012-. Sin embargo, medir el resultado de las consultas por el número de procesos realizados deviene en una trampa matemática. ¿Qué se les consulta a los pueblos indígenas? ¿Qué pasa después de que sean consultados? Estas preguntas-que tan escasamente son planteadas- revelan que la realidad nunca se traduce a una cifra. Más aún, si se observa que los procesos de consulta se han implementado en un marco de debilitamiento de los estándares y controles socioambientales. 
Luces y sombras
La consulta no es exclusiva para los proyectos que buscan instalar minas, pozos petroleros, o gaseoductos. También sirve para llegar a un consenso sobre otros aspectos fundamentales, como la educación, donde se está llevando a cabo una consulta al reglamento de la Ley de Lenguas Indígenas y Originarias. No obstante, la mayoría de los procesos de consulta que se han llevado a cabo son para proyectos hidrocarburíferos. 
En 2015 en Madre de Dios se finalizaron las consultas sobre los lotes 191 y 190; en Loreto, los relativos a los pozos 198,  197 y 192. Fuera del ámbito de los hidrocarburos también se llevó a cabo una consulta en torno al proyecto de Hidrovía Amazónica, que tuvo como entidad promotora al Ministerio Transportes y Comunicaciones. “Este es un ejemplo de que la consulta se puede hacer de buena forma, con buena fe y con flexibilidad, como indica la norma”, declara Richard O’Diana, abogado del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP). A estos procesos, se suma la consulta sobre el Reglamento de Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que fue promovida  por el Ministerio de Agricultura.
Sin embargo, como destaca un informe del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP), sólo dos de los procesos de consulta que han finalizado, el Área de Conservación Regional Maijuna-Kichwua y el Lote 192, cuentan con resolución final de la entidad correspondiente. “Esto constituye una limitación por cuanto los acuerdos son vinculantes para ambas partes. Al no contar con este instrumento no se puede realizar seguimimiento y monitoreo de cómo se viene implementando estos acuerdos”, argumenta el documento.
La consulta ha tenido sus lados buenos y malos. La realiza el órgano que promueve la medida, entonces depende de qué busca este órgano. Por eso existen diferencias entre uno y otro proyecto”, sostiene el abogado del CAAAP, O’Diana.
En Perú, los procesos de consulta están a cargo de la entidad estatal que adopta la medida legislativa o administrativa, aunque el Viceministerio de Interculturalidad ejerza como órgano rector. En el caso de los hidrocarburos, se consulta el decreto supremo que aprueba la suscripción del contrato de licencia para explorar y explotar el lote. Queda fuera de la discusión, por ejemplo,  asuntos  de vital importancia como el Estudio de Impacto Ambiental (EIA)- documento clave, mermado por los paquetazos ambientales, que identifica y evalúa los impactos de un proyecto, para evaluar alternativas y formular medidas de mitigación y prevención-.
Primeras consultas en minería
Este año se llevó a cabo la primera consulta previa en minería sobre el proyecto minero Aurora, en Parobamba (Cusco). La medida, materia de consulta, es la resolución de inicio de actividad, cuando ya se ha tomado decisión de todos los mecanismos previos administrativos en los cuales estaba en discusión algún tema: sea ambiental, social o técnico.
El segundo proceso de consulta se realizó al proyecto Toropunto, en la provincia de Huaylas (Ancash). El 24 de octubre se realizó la reunión de evaluación interna donde la comunidad campesina Santa Rosa de Quikakayan manifestó estar de acuerdo con el inicio de actividades de exploración del proyecto Toropunto, que extrae cobre, plata y zinc. El Ministerio de Energía y Minas informó sobre el inicio de la tercera consulta previa en minería, al proyecto Misha, de la empresa Barrick Misquichilca S.A., en la provincia de Aymaraes (Apurímac), donde habita la comunidad de Cotarusi.
“El reto pendiente en minería es evaluar qué se va a consultar, lo que se está evaluando ahora es el inicio de operaciones, pero hay quienes indican que lo que se debe consultar es el otorgamiento de la concesión. Además hay quienes consideran que lo que se debe consultar es el Estudio de Impacto Ambiental y ese es el reto pendiente”, declara O’Diana.
Determinar las decisiones que deberían someterse a consulta para que  un proyecto de inversión se lleve a cabo debió implicar un amplio debate con los representantes de los pueblos indígenas, algo que no sucedió y que quedó al arbitrio de los ministerios sectoriales. En ese proceso, el Ministerio de Cultura tuvo un rol marginal. Todo ello hace que haya un sentimiento de insatisfacción frente a la posibilidad real de decidir en el proceso de toma de decisiones, señaló Ana Leyva de Cooperacción.
Cabe recordar que las consultas  en minería se dieron tras las declaraciones de la actual ministra de Energía y Minas, Rosa María Ortiz, quien sostuvo que no hubo voluntad política de hacer consulta previa en las anteriores gestiones.  Hay que recordar también que la Defensoría del Pueblo identificó 16 resoluciones donde el ministerio autorizó el inicio de actividades mineras en zonas donde hay presencia indígena según el Censo  de Población y Vivienda 2007.
Además de lo señalado,, en el ámbito minero existe la sombra de los “acuerdos previos”,  una figura  de la Ley de Tierras que “sabotea la viabilidad de la consulta previa”, según afirma el especialista en derechos de los pueblos indígenas Marco Huaco. Esto  sucedió en el caso del proyecto minero Angostura  el año 2012, en donde no se llevó a cabo  el proceso de consulta argumentando la existencia del acuerdo previo. Esta figura se podría seguir dando en el futuro, pues de acuerdo a la ley  “el privado se acerca al dueño de la tierra -a la superficie de la concesión- para negociar una compra a la tierra, un contrato de cesión de uso, de alquiler; entonces la primera noticia que recibe el titular de la tierra superficial es la del privado que se acerca para adquirir derechos sobre ésta, no es el Estado el que se acerca para comunicarle que quiere otorgar una concesión sobre sus tierras y entonces le hace la consulta previa”, apunta Huaco.
La vieja deuda con el Lote 192
Sin duda, el proceso de consulta previa más destacado de este año fue el realizado en el Lote 192 (ex 1AB) donde, tras ampliar los términos de la consulta, el Estado interrumpe el proceso de diálogo con una parte importante de las comunidades del Corrientes, Pastaza y Tigre (Loreto),  llegando a establecer acuerdos con solo un sector de ellas.
“Es un lote histórico, de gran cantidad de recursos para explotar hidrocarburos, petróleo pesado; la sociedad civil jugó un papel importante, así como las comunidades y el Estado. Creo que ha sido un proceso muy complejo”, manifiesta Gustavo Zambrano, investigador del Instituto de Democracia y Derechos Humanos de la Pontificia Universidad Católica del  Perú (Idehpucp).
Dicho proceso de consulta previa estaba en marcha hasta que el Ministerio de Energía y Minas concentró la agenda del diálogo en un solo punto: el de otorgamiento de beneficios, con una propuesta (0,75% de la producción fiscalizada) que solo admitía ser aceptada, quedando pendiente de discusión 26 propuestas formuladas por las comunidades nativas representadas por las federaciones FEDIQUEP y FECONACO (nuevos instrumentos ambientales, vigilancia ambiental comunitaria, compensación por servidumbre, titulación de tierras, etc).
El que  el Estado diera por concluida unilateralmente el proceso,  generó el rechazo de las comunidades indígenas afectadas, quienes realizaron una protesta pacífica planteando como exigencia retomar el diálogo En un proceso de negociación posterior a la consulta, estas comunidades llegaron a varios acuerdos, entre los cuales está   la entrega de 134 millones de soles para obras de agua potable, saneamiento y electrificación rural.  “Esos acuerdos no fueron parte de la consulta, se dieron después a pedido de las comunidades; por lo tanto, no tienen el carácter vinculante de los acuerdos que son resultado de ella,  entonces son endebles, yo diría que ese es el lado negativo”, dice Richard O’Diana.
 ¿Y el Congreso?
Para Hernán Coronado, especialista en derechos indígenas, “uno de los grandes retos del próximo Gobierno es lo que va a ocurrir con la consulta previa legislativa”. El Congreso es la última frontera de la consulta previa. Sin embargo, este año surgió una controversia, pues el pre-dictamen realizó cambios significativos al Dictamen consensuado -en diciembre de 2014 entre las organizaciones Indígenas y la Comisión de Pueblos Andinos y Amazónicos-  contraviniendo al Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Una de las modificaciones más importantes es el momento en el que se debe consultar; fijándose ahora para la etapa de comisiones con el perjuicio de que la norma a debatir aún podría ser modificada en el Congreso.
El punto clave de la consulta previa legislativa es que de aprobarse, normas como las dispuestas desde el Ejecutivo –denominados paquetazos ambientales- deberían en el futuro ser sometidas a consulta previa, pues afectan los derechos colectivos de los pueblos indígenas.  
“Los procesos de consulta no pueden ser solo procesos informativos que validen las decisiones que ya están tomadas, ni tampoco procesos en los que una parte unilateralmente impone un proyecto. Se necesitan más espacios de diálogo y es importante la búsqueda de un consenso”, puntualiza Coronado.
Mejoras pendientes
Los especialistas señalan que queda aún mucho camino por recorrer para que la consulta previa respete los derechos de los pueblos indígenas y se adecue a la normativa internacional. El Grupo de Trabajo sobre Pueblos Indígenas de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos, en el último informe alternativo 2015 sobre el cumplimiento del Convenio 169 de la OIT (que se publicará en enero de 2016), recomienda que los acuerdos  logrados en los procesos de consulta se refieran también a los contratos de exploración y explotación y no solo al decreto supremo que los aprueba.
Asimismo, apuntan que se debe evaluar si las fases y  los plazos de la consulta en el sector hidrocarburos son los adecuados, recomendando que se organicen los procesos de consulta en  aquellas  etapas del proceso de toma de decisiones  sobre un  proyecto que puedan afectar  los derechos colectivos de los pueblos indígenas. No solo eso, el Grupo de Trabajo agrega que  es indispensable que el Ministerio de Energía y Minas promueva la consulta previa en el sector minero y que, para eso, se debe completar el reconocimiento de las comunidades quechuas en la Base de Datos de Pueblos Indígenas del Viceministerio de Interculturalidad.
Destacan que, por encima de todo, el Estado  debe dar prioridad a la buena realización de la consulta y no solo preocuparse por realizar  las actividades extractivas o económicas, lo que supone respetar los plazos necesarios para las  etapas  de información, evaluación interna y diálogo. Finalmente, piden que se incorpore explícitamente en la normativa que el derecho a la consulta implica el consentimiento de los pueblos indígenas sobre las medidas legislativas, administrativas y proyectos que puedan afectarlos directamente. Además, exhortan a que el Congreso apruebe la consulta previa legislativa, y a que se deroguen todas las normas que afectan los derechos colectivos de los pueblos indígenas y que no fueron consultadas, como los llamados “paquetazos ambientales” (Ley Nº 30230 y su reglamento; y la Ley Nº 30327).