Escribe Pedro Francke
La
reforma del transporte en Lima ya está en marcha, con el exitoso
empadronamiento de los taxistas y el inicio de la licitación de los 5
corredores complementarios por donde circularán buses que llevarán entre el 40%
y el 50% de los pasajeros.
Esta
reforma del transporte debe evaluarse a la luz de las grandes orientaciones del
“Buen Vivir”, que constituye una mirada de lo que debemos buscar, como personas
y como ciudad. Varios procesos de cambio latinoamericanos, en especial en
Bolivia, Ecuador, los movimientos ecologistas y los pueblos indígenas, han
asumido este concepto del “Buen Vivir”. Seis son los grandes cambios que
una reforma del transporte en la ciudad genera en pro del Buen Vivir:
Tiempo para uno mismo. Lo mejor que nos traerá la reforma
del transporte es tener que pasar menos tiempo sentados en una combi, bus, taxi
o carro, y disponer de más tiempo para nuestras familias, nuestros amigos y
nosotros mismos.
Vida saludable. La reforma del transporte establece
paraderos, que nos harán caminar un poco más, y ciclovías, que nos permiten
esta otra forma de trasladarnos – la bicicleta. Estudios muestran que media
hora de caminata diaria reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares en
50%, y caminar mientras vamos al trabajo o a estudiar es la forma más fácil de
hacerlo.
Trabajo decente. La licitación de los
corredores complementarios se hará a consorcios con trabajadores en planilla,
que tendrán seguridad social, vacaciones, gratificaciones y sueldo mínimo. En
suma, trabajo decente para miles de trabajadores que hoy circulan colgados con
medio cuerpo de fuera y sin respaldo alguno.
Reduciendo accidentes. La primera causa
de muertes de adultos en Lima son los accidentes. Choferes que manejan 14 horas
seguidas y que tienen que corretear compitiendo por ganarse pasajeros, son
parte del sistema actual que eleva los riesgos a peatones y pasajeros. Con la
reforma, ya los choferes no podrán manejar más de 5 horas seguidas, tendrán 1
hora de descanso para almorzar y ganarán un sueldo sin tener que disputarse
cada centavo en la ruta.
Cuidado del ambiente. La contaminación
del aire en Lima produce cada año 2,765 muertes y pérdidas económicas de 1,200
millones de soles, y las tres cuartas partes de ella se deben a los vehículos
automotores. Con la reforma del transporte tendremos viajes más rápidos en
buses Euro 4 que contaminan 50 veces menos, con lo que esa contaminación
se reducirá enormemente.
Menor demanda energética. Al ser más
eficiente el transporte, se necesitará quemar menos petróleo, ayudando así en
la lucha contra el calentamiento global y a controlar las megainversiones en
hidrocarburos e hidroeléctricas en la amazonía que amenazan nuestro ambiente.
Hay
que apoyar la reforma del transporte y defenderla contra los mafiosos de
siempre que hoy andan detrás de los intentos de revocar a la alcaldesa Susana
Villarán y al equipo de regidores metropolitanos. Es la forma de luchar
por el Buen Vivir, hoy, en esta nuestra ciudad capital.