1. Diario Chicha
“Municipio limeño suspende
fiscalización a los taxistas” fue la primera plana de El Comercio el
lunes pasado. Luego de que 150 mil taxistas se habían registrado en el SETAME
de la Municipalidad de Lima el mensaje era claro: habían sido por gusto los
trámites realizados, las colas de quienes en esa costumbre tan peruana
esperaron el último momento “porque a lo mejor al final todo se suspende y
puedo evitar pagar las multas” fueron inútiles. El mensaje era evidente: la
alcaldesa es una inútil, hay que revocarla.
Dos días después, El Comercio se veía
obligado a titular “Municipalidad de Lima aseguró que continúa la fiscalización
de taxis” (claro, en un tamaño la cuarta parte del anterior). Las mentiras,
bien se sabe, tienen piernas cortas. Pero la intención estaba muy clara: con
tal de revocar a Susana Villarán, no importa sabotear la reforma del
transporte.
2. Taxis Chicha
A estas alturas hay que ser obtuso
para negar que lo primero que necesita el transporte de Lima es orden. Poca
duda cabe que es necesario transformar el caótico, desregulado y salvaje
tráfico de taxis y buses en Lima, en un sistema que ordene el tránsito teniendo
como primer objetivo el bienestar de los pasajeros.
Nuestra capital cuenta con el
galardón, bien puesto tras dos gestiones del nunca suficientemente ponderado y
extremadamente eficaz Luis Castañeda, de ser la única metrópoli
americana que carece de una regulación razonable del transporte público, taxis
y buses, que defienda a los consumidores y al tráfico de la ciudad. El mudo,
pensando en que somos los únicos, diría “somos los campeones!”, cual Kiko del
“Chavo del Ocho”, si hablara en vez de esconderse tras las faldas de Marco
Turbio.
He tenido amigos extranjeros
asombrados, casi gozando el folklorismo de poder tomar un taxi de 40 años de
antigüedad con los asientos rotos y la manija de la puerta amarrada con un
alambre, sin taxímetro ni tarifario ni permiso, como quien goza de una
antigüedad o de una extraña cultura cargada de primitiva agresividad. Por un
raro sentido de nacionalismo, nunca les he dicho que de noche hay que tener
cuidado porque, no estando registrado, el taxi puede convertirse en una jaula
de secuestro o asalto al paso.
Los taxis en exceso dan vueltas y
vueltas sin llevar pasajeros, emitiendo gases y produciendo una contaminación
del aire que en Lima produce cada año 2,765 muertes y pérdidas económicas
de 1,200 millones de soles, cálculo hecho no por los ambientalistas radicales
de Tierra y Libertad sino nada menos que por el mismísimo Banco Mundial.
Como hay demasiados taxis, estos van
buscando pasajeros parándose en cada esquina o rodando a paso lento, aunque la
luz está verde, deteniendo el tráfico de una manera impresionante, ¡cuántas
veces no los hemos visto parar en segunda fila ¡y hasta en tercera fila! con la
caparazón más grande del planeta. Gracias al caótico tráfico así producido,
vayamos en combi, carro, micro o taxi, perdemos minutos que suman horas de
maltrato y mal humor.
Lo paradójico es que el exceso de
taxis en caos atenta contra los propios taxistas, que tienen que dar vueltas
vacíos, gastando combustible sin lograr ingresos. Si hubiera menos
taxis, cada uno de ellos podría hacer más viajes al día. Si tuviéramos un buen
sistema en el que podamos llamar por teléfono a los taxis, o tomarlos en una
estación de taxis cercana al barrio – como hay en muchísimas ciudades del mundo
– ganaríamos todos: la ciudad que se contaminaría menos, los taxistas que
gastarían menos combustibles, los ciudadanos que podríamos tener un taxi más
seguro.
3. Ataque chicha
El titular no fue el único ataque de El
Comercio contra la reforma del transporte urbano de Lima el lunes
pasado. Su editorial completó la faena, atacando las licitaciones de las nuevas
rutas de buses, a las que deberán postular consorcios formalmente constituidos,
con flota propia, con estándares ambientales elevados y con trabajadores en
planilla. El ataque va con el pretexto de criticar la política de la
municipalidad de dialogar de manera abierta con los distintos gremios del
transporte urbano sobre las condiciones en que deben hacerse las licitaciones,
y en particular porque en ese proceso la municipalidad busca dar preferencia a
los actuales empresarios nacionales del rubro antes que a empresas extranjeras,
como hizo Castañeda Lossio.
Claro, para los neoliberales obtusos
que dominan el periódico del Jr. Miró Quesada, defender el capital nacional es
malo; total, si ganan extranjeros y todos los transportistas nacionales se van
a la quiebra, qué importa. Por supuesto que no serían ellos los que, cuando en
este escenario sin diálogo, los transportistas puestos entre la espada a y la
pared realicen paros totales y su violencia llene las calles de Lima, saldrían
en defensa de la municipalidad y la reforma del transporte. Es fácil prever, en
realidad, que harían todo lo contrario, criticando a la alcaldesa por su
torpeza y, quizás, clamando por que la policía eche más palo, más gases
lacrimógenos y más bala.
La verdadera idea-fuerza que está
detrás del editorial de marras es “no al diálogo”. La misma postura que tienen
para Conga y para cuanto reclamo social hay: ponga orden, saque a los policías
mal pagados porque a los grandes capitalistas nacionales y extranjeros no hay
que cobrarles mucho impuesto, y meta palo y bala. A quién puede extrañarle que
una ex - candidata fujimorista y ex altos asesores del gobierno de Fujimori,
piensen igual que Cipriani que los derechos humanos son una cojudez.
4. Diario Chicha
Si se trata de estar contra la
alcaldesa “caviar” cuya trayectoria en defensa de los derechos humanos genera
odios fujimoristas, El Comercio no ha reparado en
defender el caos y las mafias en el transporte. Promoviendo que sigan
circulando en exceso miles de taxis cachalandrosos cuyos gases son visibles
hasta la tos, doña Martha Meier una vez más muestra que el verde de su
preferencia es verde militar fujimorista, verde Hermoza Ríos y general Chacón,
no verde ambiente ni verde vida.
En la misma semana en que se confirma
que Fujimori va a ser enjuiciado por corrupción en el caso de los diarios
chicha, el diario más antiguo del Perú y sus satélites bajo la dirección de una
fujimorista verde olivo se ha convertido en un diario chicha. Tragedias de la
vida nacional.
¿Cuándo se jodió el Perú? Esta
semana, una vez más.
Publicado en la Revista hildebrandt en sus trece (16112012)