A 14 meses del vencimiento del contrato del Lote 192 aún no
se ha lanzado la licitación de este lote ni se ha iniciado el proceso de
Consulta previa, según palabras de la propia viceministra de Interculturalidad.
El
Lote 192 es uno de los más importantes del país, pues produce el 12% del crudo
nacional, y genera aproximadamente unos $100 millones en regalías, casi 280
millones de soles. Sin embargo, alrededor de este lote hay diversos temas
pendientes por resolver por parte del Estado: remediación ambiental, consulta
previa, proceso de licitación por el vencimiento del contrato a la empresa
Pluspetrol, entre otros. ¿Cuál es el futuro de este lote?
“El
Lote 192 entre los años 98 y 99 producía entre 45 y 50 mil barriles por día. A diciembre de 2013 está produciendo
14 mil barriles por día”, afirma Gustavo Ávila, economista de Propuesta
Ciudadana. Este año la compañía obtuvo una autorización para incrementar su
producción en este lote, estimándose el valor del proyecto en $ 18,5 millones.
Para Jorge Tacuri, este incremento se debe a que Pluspetrol está desplegando
sus capacidades para mantenerse como uno de los postores. “Si la empresa estuviera
de salida no estaría incrementando su producción. Si se renovara el contrato a
Pluspetrol sería ilegal, una arbitrariedad, constituiría una vulneración al
estado de derecho”, señala Tacuri, asesor de la Federación Indígena Quechua del
Pastaza (Fediquep).
“En
la medida en que los que tienen la concesión ven que no les van a renovar la
concesión, ellos no tienen interés en invertir, eso hace que la producción
baje. Si se les amplía el período de concesión, ellos van a invertir y aumentar
la producción”, comenta Ávila.
Además,
como indica Ávila: “Si bien ha ido bajando la producción, el precio ha hecho
que no se sienta mucho. El precio del crudo ha ido incrementándose: hasta el
año 2005 estaba entre $25-30 el barril de Brent, en 2008 llegó a $140, y en la
actualidad se ha estabilizado entre $80-90. Además, este lote tiene reservas
probadas por 20 años más, así lo afirma Tacuri. De acuerdo a las cifras
estimadas, el lote cuenta con reservas probadas de 72,500 barriles y reservas
probables de 187,514. Añadido a ello, el lote se ubica estratégicamente
alrededor de un corredor petrolero que pretende integrar diversos lotes y
actividades de hidrocarburos (lotes 67, 39, 102 y 64).
La
explotación del Lote 192 se enmarca en una política de Estado que apuesta por
un modelo económico extractivista. Si bien el aporte de esta industria al PIB
no pasa del 10%, otros datos señalan su importancia: “En los últimos 10 años,
60 de cada 100 dólares exportados son por minería y petróleo. De los tributos
internos, entre el 15 y 20%, provienen de la minería y petróleo básicamente”,
declara Gustavo Ávila. Afirma además que “En los últimos años las
transferencias asociadas a la explotación de recursos naturales se ha vuelto un
elemento muy importante. Hasta el año 2004 era casi el 20%, sin embargo a
partir de ese año hasta el 2008 el porcentaje se incrementó hasta el 65%. Había
algunas regiones donde ese porcentaje era mayor, básicamente en las que tienen
grandes proyectos mineros o petroleros, entre ellas Loreto. Ahora, aunque ese
porcentaje ha bajado y se sitúa entre 42-45%, sigue teniendo un peso importante
para las transferencias al gobierno central”.
40 años de explotación
sin desarrollo
A
pesar de las promesas de desarrollo para las comunidades de los ríos Pastaza,
Tigre, Corrientes y Marañón, hasta la fecha no cuentan con servicios básicos.
De acuerdo al informe publicado por el Grupo de Trabajo del Congreso de la
República, sobre el cálculo de un 20% de familias quechuas, el 97% de ellas
declara que en la actualidad es difícil acceder a los recursos de caza, que
constituyen el complemento alimenticio central de la dieta diaria.
“Las
autoridades prefieren invertir esos recursos en las zonas urbanas, y no tanto
en las zonas de la selva, quizá porque los pobladores de allí no tienen la
fuerza para reclamar algún proyecto, y porque los votantes se encuentran en las
zonas urbanas”, declara Gustavo Ávila.
“Con
la consulta previa se da tranquilidad a una actividad que en los últimos años
en el Perú ha tenido mucha resistencia., Justamente uno de los reclamos es que
la población participe en el proceso para saber qué es lo que va a pasar”,
concluye Ávila.