jueves, 6 de febrero de 2014

Con la plata baila

Escribe Pedro Francke

 
Los grandes negocios mineros generan rentabilidades realmente millonarias. Un proyecto como Conga, en 20 años puede tener ganancias acumuladas del orden de 16 mil a 20 mil millones de dólares, con rentabilidades entre 20 y 25 por ciento como han estado obteniendo las empresas mineras en los últimos años según los reportes de Bolsa.
 
Eso es unos 8 a 10 mil millones de dólares por encima de lo que puede rendir una inversión en una empresa industrial. En el mundo, una rentabilidad del 10 al 12 por ciento ya se considera buena. Las extractivas sacan el doble.

Es difícil entender una cifra como 10 mil millones de dólares. Esa suma supera lo que ganan los 300 mil maestros y 150 mil profesionales y trabajadores de la salud en un año. Equivale a unas veinte veces el presupuesto público anual de inversiones de la Municipalidad de Lima. Es unas treinta veces lo que se gasta en Qali Warma o en Juntos o en Mi Riego, el programa del gobierno para hacer represas e infraestructura de riego. Solo con Conga, Yanacohca-Newmont ganaría como utilidades extraordinarias, más allá de la rentabilidad normal del capital, lo que el gobierno destina a mejorar la productividad de 1 millón de familias campesinas y agricultoras en 30 años.

Eso por un único proyecto. Cifras similares están en juego en otros proyectos mineros, petroleros y gasíferos cuestionados por sus impactos ambientales, como Tía María o el Lote 88.

Cualquiera saca su cuenta y concluye que por obtener una pequeña parte de esa enorme suma de dinero, hay gente dispuesta a cualquier cosa.

Napoleón Bonaparte, dicen, dijo que “todo hombre tiene su precio”. No comparto esa postura. Un refrán popular dice “Con la plata baila el mono”. Y podríamos añadir, también el Oso, si no estuviéramos con esas frases denigrando a estas especies de animales.

La semana pasada hemos sido testigos de una campaña orquestada por el grupo que hoy monopoliza los medios de comunicación y algunos otros de la ultra derecha. Su objetivo atacar a quienes se solidarizan con la defensa de su ambiente por parte de movimientos sociales en Cajamarca, el valle de Tambo, los ríos Nanay, Corrientes y otros en Loreto, Espinar y muchas otras provincias del Perú.

“Poderoso caballero don dinero”.
 
Publicado en La Primera, 5 de febrero de 2014

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