Escribe: Pedro Francke *
La respuesta: Para
muy poco.
Para el 2012, el
Congreso aprobó un presupuesto de 95 mil millones de soles, pero el Ministerio
de Economía y Finanzas lo ha ido subiendo hasta alcanzar 120 mil millones. Es
decir, la representación parlamentaria aprueba una cantidad, y un ministro
añade por su cuenta otros 25 mil millones de soles: ¡25 mil millones!
Eso no quiere
decir, por cierto, que realmente se vaya a gastar mucho más. Al 3 de diciembre,
de los 120 mil millones solo se han gastado 83 mil millones. Posiblemente se
llegue a fin de año a gastar los 95 mil millones de apertura. Entonces, se
preguntará el lector, ¿para qué añadió el MEF otros 25 mil millones? Para
dárselos a los sectores que le agradan al ministro Castilla, al mismo tiempo
que en otros lados ponen todas las trabas posibles al gasto, como sucedió con
la provincia de Espinar a la que, ilegalmente, le congelaron las cuentas por
oponerse a la minera Xstrata y demoraron meses en reabrírselas.
El trato no es
igual para todos. Acabado el año, todos los sectores que no han gastado su
presupuesto 2012, ya no pueden echar mano a él. Salvo el ministro de trabajo,
el gritón amigo de Castilla. Como el Sr. Villena ha sido incapaz de gastar 50
millones de soles del programa “Trabaja Perú” que se orienta a generar empleos
que tanto necesitamos, a él si le permiten usarlos el 2013 (Ley de Presupuesto
2013, Disposición Final 56ta, inciso f).
El salvataje de
Castilla a sus ministros aliados también funciona al revés. Por ejemplo, al Ministerio
de Vivienda se le aprobó un presupuesto 2012 para inversiones de 745 millones,
pero solo ha podido ejecutar a la fecha 120 millones. Menos de la quinta parte.
No llega al 20 por ciento. Pero el indicador oficial de ejecución aparece
encima del 50 por ciento, ¿sabe usted cómo? Pues el MEF les redujo su
presupuesto, oportunamente, a 245 millones, de tal manera que no se haga
patente su enorme incapacidad de gasto.
Además, la ley
de presupuesto 2013 manda evaluar una veintena de programas sociales. Muy bien.
Pero, ¡oh sorpresa!, no considera evaluar ni un sol de los programas del
ministerio de vivienda. Que el ministro René Cornejo sea amigo de Castilla y
operador de las maniobras a favor de Conga, y que esos programas se ejecuten
mediante jugosos contratos con grandes empresas privadas, NO es pura
coincidencia.
Siendo esta la
realidad, ¿por qué el Congreso se presta al juego? La ley de presupuesto 2013
tiene 76 páginas con ¡130 “Disposiciones Complementarias”! que incluyen todo
tipo de demandas particulares. Por ejemplo, la n° 129 declara de “necesidad”
una lista de 19 inversiones locales, incluyendo hasta las pistas de una
urbanización. Ese artículo no tiene ningún sentido práctico, pero con eso
engañan a algunos incautos, fuera y dentro del Parlamento.
Una propuesta
honesta para wikipedia: “Ley de presupuesto en el Perú: Ritual para que el
Congreso pueda decir que cumple con la Constitución y luego el ministro de
economía sea quien decide”.
* Publicado en el diario La Primera (01/12/2012)
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