martes, 21 de mayo de 2013

Gobierno promueve agresión al patrimonio arqueológico


Escribe Carlos Herz

El Gobierno ha aprobado un nuevo  Decreto Supremo  (DS N°054-2013-PCM), esta vez atentatorio contra el patrimonio cultural arqueológico con el consabido argumento de reducir trabas a la inversión privada, que ya se ha utilizado para evitar la consulta previa, considerado como un impedimento antes que como un derecho ciudadano.

 
Este DS atenta contra la integridad del patrimonio arqueológico ya que simplifica los procedimientos para que los proyectos de inversión sean acelerados. Esta simplificación suena bien y de hecho, debería ser aplicada efectivamente en todas las oficinas públicas. Pero no a costa de la protección de los sitios arqueológicos.

 
Obviamente con este DS y con el puenteo a las comunidades sobre la Consulta Previa, se nota que las grandes empresas interesadas han ganado una vez más la pugna con este gobierno.

 
El DS elimina la figura de la Evaluación Arqueológica. ¿Qué era la evaluación arqueológica? Un paso previo para conseguir el CIRA e implicaba hacer un trabajo de reconocimiento y prospección para ver en superficie la existencia de restos arqueológicos. También, de ser pertinente, se hacían excavaciones de prueba porque muchas veces no hay restos en superficie pero sí debajo de ésta.

 
Ahora las empresas ya no necesitan hacer esta evaluación arqueológica y de frente van a pedir  el CIRA presentando únicamente las coordenadas del área donde van a trabajar. El Ministerio de Cultura sólo tiene 20 días hábiles para chequear si dentro del área hay restos arqueológicos. 

 
Aquí viene el problema simplemente porque aproximadamente sólo el 10% de los sitios en el país están incluidos en el catastro oficial. Además, con cada prospección y evaluación que se hace en campo, se siguen descubriendo más sitios. Esto quiere decir que el MC le da luz verde a las empresas para operar en lugares donde no tiene idea si hay sitios o no. 

 
Lo que dice el DS es que debe haber un monitoreo arqueológico durante las operaciones. Esta figura ya existía y se aplicaba. Pero se hacía como segunda medida de precaución porque previamente se había hecho la evaluación. Ahora, los arqueólogos van a tener que estar pendientes de todas las operaciones de la empresa al mismo tiempo y esto es imposible. Así como también es bastante difícil poder detener las operaciones si es que se encuentran restos.   

 
De esta manera el gran riesgo es que todos los restos medianos y pequeños se van a destruir y sólo se preservarán, a medias, los restos más grandes. Es decir, los que serían ya muy difíciles de "hacer desaparecer".

 
Creo que se requiere reacciones rápidas y no creo que vengan del mismo Ministerio de Cultura que tampoco ha actuado frente al puenteo a la consulta previa, tema de su incumbencia.

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