martes, 21 de mayo de 2013

La gran minería quiere que el gobierno se zurre en la consulta previa




Escribe Pedro Francke
 
Las exportaciones han caído 16,6 % en el primer trimestre del año.  El precio del dólar subió un poco luego de muchos meses en que bajaba. Pedro Pablo Kuczynski dice que la economía nacional podría crecer solo 2 por ciento este año. ¿Empezó la crisis y el gobierno lo oculta?

 
AUSCULTANDO BIEN LOS SINTOMAS

Es verdad que las exportaciones han caído, pero no es porque la cantidad o volumen exportado haya caído. Lo que pasa es que los precios de las materias primas, en especial el oro y el cobre que son nuestros principales productos, han caído un poco. En promedio, nos pagan hoy 4 por ciento menos que un año atrás. Pero como nuestras exportaciones tradicionales de materias primas siguen siendo, a pesar de todo lo que nos dicen, las tres cuartas partes (75%) de nuestras exportaciones, cuando sus precios caen, golpe avisa.

 
Pero que el cobre haya caído de US$  3.60 la libra el año pasado a US$ 3.20 no hace que la rentabilidad de las empresas mineras deje de ser sumamente alta, sobre todo si recordamos que hace 10 años el cobre apenas llegaba a US$0.70. Siguen teniendo sobreganancias. Con el oro sucede algo parecido; su precio ha bajado un poco pero sigue siendo 5 veces más que cuando abrió Yanacocha. No es por gusto que la inversión en minería en el primer trimestre del año creció 23%, alcanzando los US$ 1,920 millones. Los principales proyectos en curso como Las Bambas, Toromocho, ampliación Cerro Verde, avanzan bien. Las actividades extractivas gozan aún de muy buena salud.

 
El dólar subió de 2,59 a 2,64, pero eso está lejos de recuperar la caída de los años anteriores, y es un aumento de apenas 2 por ciento, nada fuerte.  En los 4 primeros meses del año, el BCR estuvo comprando US$ 800 millones mensuales para detener la caída del dólar; apenas un mes después que las condiciones del mercado cambaron, el BCR paró de comprar dólares en mayo y el dólar se estabilizó. En situaciones más complicadas, de mayor presión de divisas, el BCR ha salido a vender en ocasiones incluso agresivamente, pero nada de eso ha sido necesario ahora.

 
Lo que hasta ahora es un pequeño hipo en la economía peruana, tiene su origen en la economía mundial. Bien sabemos desde hace años que, en una economía primario-exportadora como la nuestra, cuando en el norte hay resfrío acá hay pulmonía. Pero la economía internacional no está en más crisis que antes; o para decirlo de otra manera, las patologías de la economía mundial son las mismas desde el gran crack del 2008 y no hay un agravamiento serio de su enfermedad.

 
El 2013 se inicia con una pequeña reducción del ritmo de crecimiento de la economía  europea y china, pero al mismo tiempo Japón, con un nuevo gobierno que promueve su recuperación, va a volver a crecer. El FMI sigue pronosticando, en su reporte de marzo,  un crecimiento mundial de 3 y ¼ por ciento para el 2013 y 4 por ciento para el 2014, que son niveles relativamente altos, manteniéndose la característica post-crisis 1998 de este crecimiento:  no es liderado por los países desarrollados sino por los llamados “emergentes”.

 
MINEROS APROVECHANDO IGNORANCIAS

¿Por qué entonces PPK se ha mandado de esa manera? Es parte de una ofensiva de las grandes empresas mineras, de aprovechar este pequeño hipo en la economía mundial y los precios de las materias primas, para trabajar al susto al gobierno y conseguir mejores condiciones para sus explotaciones. Luego del éxito de la Confiep con el asunto Repsol,  en el que hizo retroceder rápidamente a la pareja presidencial, tratar de repetir el plato parece una buena estrategia. El verdadero mensaje de PPK es: zúrrense en la consulta previa y en los requisitos ambientales, que vengan todas las inversiones mineras como sea.

 
Esta ofensiva de la gran minería trasnacional tiene su punta de lanza en restringir la consulta previa, haciendo que toda la sierra y unos 14 megaproyectos mineros sean exceptuados de la misma bajo el pretexto que quechuas y aymaras no son indígenas. Por esto ya renunció el Viceministro de Interculturalidad, Iván Lanegra, mientras oficialmente el ministro de cultura ha dicho, en clara contravención a la ley de consulta previa y a los principios más elementales de transparencia de la información pública, que no publicarán la base de datos de pueblos indígenas.

 
El problema es que para eso tienen que exagerar la crisis, lo que no le cae nada bien a Castilla y al gobierno, e incluso puede poner nerviosos a los magos de las finanzas: si efectivamente el mensaje de que la economía peruana está débil se hace creíble, pueden caer en él también algunos inversionistas de afuera. La estrategia requeriría un equilibrio fino, pero tiene a su favor lo fácilmente influenciable que es la pareja presidencial en materia económica por su escaso conocimiento en el tema y por lo cercada que está por los lobbies e intereses de los monopolios.


LO QUE SIGUE

El problema mayor es que lo que también continúa es la enfermedad holandesa y la tendencia desequilibrada del crecimiento. En el mediano plazo, lo preocupante no es la minería de oro y cobre, sino la caída de las exportaciones no tradicionales, en 8 por ciento este primer trimestre. Nuestras exportaciones textiles e industriales, pequeñas pero crecientes, han sufrido el golpe de la pérdida de competitividad producto de la caída del dólar los años anteriores. Si Ollanta Humala se tomara un poquito en serio el discurso sobre la diversificación económica que le hicieron decir con ocasión del Foro Económico Mundial en Lima el mes pasado, vería que estos son los síntomas preocupantes, no el hipo. Pero eso es mucho pedir; estaba claro desde que lo dio que el discurso era solo porque en la ocasión el principal orador del FEM, Ricardo Hausmann, alertó sobre el tema. La oreja de Humala, dominada por Castilla y la Confiep, no retuvieron el mensaje ni un día completo.

 
Si nuestra economía creció en 6, 3 por ciento el año pasado, la manufactura creció apenas 1,3 por ciento, y la misma tendencia se mantiene este año.  Mientras tanto, las importaciones alcanzan los 41 mil millones de dólares: no producimos más productos industriales pero importamos mucho más. El crecimiento del PBI se sostiene en la construcción, pero la historia reciente de Estados Unidos, España y China muestra claramente que ese no es un crecimiento sostenible.

 
Una crisis económica no es inminente. Una desaceleración parcial, si. El comportamiento de Castilla con el gasto público será clave; si se mantiene el caño abierto a los programas de Nadine, el crecimiento este año puede mantenerse en 5 a 6 por ciento fácilmente.

 
Pero los problemas estructurales de mediano y largo plazo de la economía nacional siguen incólumes, incubando una crisis a la espera de su detonante externo. Para la política, la cuestión medular es si la mecha durará hasta antes o después del 2016.
 
Publicado en Hildbrandt en sus trece, 17 de mayo de 2013

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