En dos años su capacidad de inversión
ha sido mayor a los primeros años de la segunda gestión de Castañeda. Por
ejemplo Castañeda sólo invirtió el 1% de presupuesto en reforma del transporte
mientras Villarán ha invertido el 60%.
El Grupo
Propuesta Ciudadana acaba de publicar una comparación de cifras de la
eficiencia de gasto e inversión entre la gestión de la alcaldesa de Lima,
Susana Villarán y el ex alcalde, Luis Castañeda. Las cifras demuestran que la
actual gestión metropolitana es más eficiente
que la de Castañeda en lo que se refiere a capacidad de gasto, además,
se indica que ha priorizado su presupuesto en los problemas estructurales de la
ciudad como la reforma del transporte, el reordenamiento del comercio y el
entorno social.
Entre el 2007
y el 2008, indica el experto Carlos Monge, Castañeda Lossio entraba a su primer
año de gestión de su segundo periodo como alcalde, tenía experiencia acumulada
y equipos consolidados en la Municipalidad Metropolitana de Lima y, sin embargo,
el 2007 sólo gastó el 38% de su presupuesto asignado, mientras que el 2008 sólo
gastó el 54%. En comparación, en su
primer año de gestión, Villarán ha logrado invertir el 52%, y el 2012 ha
logrado gastar el 65%.
¿En qué se ha
invertido? Monge señala que hay dos problemas fundamentales a los que Villarán
le ha hecho frente: la reforma del transporte y el reordenamiento del comercio.
Castañeda sólo invirtió el 1% de su presupuesto el 2008 para el problema de
transporte en Lima, que tiene un alto costo social por las horas hombres pérdidas, y los altos niveles de contaminación.
Mientras Susana Villarán ha destinado el 60% de su presupuesto municipal para encarar el problema.
“No sólo ha
tenido la valentía de confrontar a las mafias, de buscar solucionar a un
problema con gran costo social sino que está invirtiendo. Mientras Castañeda no
invirtió y fue por cálculo político, por no perder votos para las elecciones
presidenciales, que no se metió con las combis que eran competencia del
Metropolitano”, señala Monge.
En cuanto al reordenamiento
del comercio y la mejora del entorno social, Castañeda sólo dedicó el 2% de su
presupuesto a este rubro. “Villarán no sólo
ha trasladado a los comerciantes al gran mercado de Santa Anita sino que en dos
años ha invertido el 30% de su presupuesto en hacer un verdadero reordenamiento
del comercio”, señala Monge y agrega que
estos fueron temas que Castañeda
evitó durante su gestión “por cálculo político, por cobardía, por no pelearse
con las mafias. Y ahora Susana está pagando el costo porque esas mafias son las
que están detrás de la revocatoria”.
El
investigador de DESCO agrega, además, que Villarán ha tenido que lidiar con los
pasivos dejados por Castañeda como la baja rentabilidad del Metropolitano, el
derrumbe del túnel Santa Rosa en San Juan de Lurigancho, el proyecto de Línea
Amarilla que iba a expropiarle la vivienda a varias familias del Rímac. “A
Castañeda los medios de la derecha le daban tribuna cuando inauguraba cuatro
escalones, era el gran constructor y a Susana le han cerrado las puertas. Además,
tenemos un JNE parcializado con la revocatoria que le dice a Villarán, por
ejemplo, que no puede anunciar una obra,
una ruta de escape de tsunami, porque está violando la ley electoral”.
El experto
enfatizó que debe perfeccionarse el instrumento de la revocatoria. “No podemos
revocar a un alcalde simplemente porque no nos gusta, eso garantiza que todo
perdedor iniciará un proceso de revocatoria. Además, no se puede revocar a un alcalde porque no
tiene respaldo en las encuestas, en ese sentido el JNE va tener que revocar a
las autoridades que tengan menos del 30% de respaldo de las encuestas de APOYO”.
Agregó que “Lima
es la evidencia de cómo un mecanismo puede ser abusado por un núcleo corrupto
con la complacencia del poder electoral. Evidencias sobran: Marco Tulio
Gutiérrez ha presentado una lista donde firma gente sin manos que pone huella
digital, donde hay muertos que firman, donde hay menesterosos que consiguen
miles de soles para el financiamiento de la campaña. El JNE ha debido invalidar
el proceso pues las firmas han sido obtenidas de forma corrupta. ¿Cómo se puede
manejar una revocatoria con un Jurado Electoral
que abandona toda parcialidad?”.
Finalmente,
advirtió que con la revocatoria se paralizaría varias obras que están en marcha
o que podrían concretarse. “Habrá una retracción de la inversión privada
asociada con la municipalidad y la propia inversión municipal, la revocatoria
pues desestabilizará a los equipos internos y se generará incertidumbre en la
empresa privada”, dice Monge.
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