Los regidores del Partido Popular
Cristiano (PPC), Edgardo Del Pomar, Alberto Valenzuela y Pablo Secada han
dejado en claro su apoyo al “NO” porque una eventual revocatoria causaría un caos
y desestabilizaría el gobierno de la ciudad de Lima.
Para
el regidor Valenzuela, uno de las 40 autoridades revocables este 17 de marzo,
la intención de los partidos promotores de la revocatoria como el APRA y
Solidaridad Nacional es asumir el gobierno y llevar todo a fojas cero:
“convocar a nuevas licitaciones y concesiones. Incluso hay quienes hablan de vínculos
entre las empresas intermediaras y funcionarios de la gestión anterior”, dijo.
Por
su parte Edgardo Del Pomar añadió que los que ingresen al Palacio Municipal
serán alcaldes que nacerán muertos porque gobernarán entre seis u ocho meses. “Detrás
de la revocatoria hay mucha soberbia. Quieren revocarnos porque simplemente no cabemos
en su plan de político”, dijo. Aseguró además que la revocatoria no es más que
una traición a Lima: “es entrar a la Municipalidad de Lima por la ventana, sin esperar los cuatros años. Está promovida por
gente que no piensa en la ciudad ni en sus vecinos sino por intereses personales.
Más aún, se niegan a discutir los temas fundamentales de la ciudad sino que
solo se promueve el agravio. Los del PPC estamos preocupados por la
institucionalidad y estamos a favor de responder frente a las verdaderas necesidades
de la población”, dijo.
El
regidor Secada recordó que cuando Castañeda había bajado al quinto lugar en las
encuestas de las elecciones presidenciales ya planeaba trabajar la revocatoria
de Susana Villarán para volver al poder. “Eso ocurrió cuando la gestión tenía
meses de iniciada. Castañeda pensó en regresar y ahora lo hace en alianza de
una parte del APRA y con algunos operadores de Kouri”, señaló.
Además
del caos, la revocatoria provocaría la paralización de las inversiones. “Este
proceso provocará una paralización en la ciudad, además de un gasto innecesario
de 500 millones de soles que se podrían emplear para potenciar los programas
sociales”, dijo Secada.
Para
Edgardo del Pomar no existe un debate de altura: “No vamos a permitir que el
debate descienda a esas profundidades turbulentas donde solo hay agravios.
Nosotros vamos a discutir sobre el tema de qué obras se van a paralizar, como
las obras en los asentamientos humanos, los muros de contención, los programas
sociales a favor de las mujeres, los niños y ancianos. Las obras de
infraestructura y lo más importante, la reforma del transporte”.
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