El
apoyo del APRA a los revocadores de la alcaldesa de Lima, Susana Villarán no es
accidental. Han sido varias las veces
que Alan García ha empujado al APRA a pactar alianzas peligrosas. Luis Alberto
Salgado, aprista retirado dos veces del partido a voluntad de lo que llama la
“cúpula” encabezada por García, hace un recuento de las veces que el partido de
Haya de la Torre se ha aliado a causas que huelen mal.
Todos recuerdan los guiños entre el entonces candidato a las
elecciones presidenciales del 2006, Alan García y el ex alcalde del Callao,
Alex Kouri. La hermandad entre el autor del negociado del peaje en la Avenida
Faucett, protagonista de un vladivideo, y el ya presidente de la República
daría sus frutos el 2010, cuando García emite un Decreto de Urgencia para la co-construcción
-con el Gobierno Regional del Callao- de la avenida Néstor Gambeta en el
Callao. Obra que costaría 511’574,273.00 nuevos soles, pero que en realidad,
según especialistas, se costeaba en 100 millones.
Luego vendrían las elecciones municipales del 2010, y García le
prepararía el terreno a Kouri asistiendo fielmente a las inauguraciones de sus
obras y apoyando a un candidato que no era aprista y sobre el que dijo: “es el
mejor candidato alcalde del Perú”, recuerda Luis Alberto Salgado.
El 2010, a vísperas de las elecciones presidenciales del 2011,
García iría por el polo amarillo de Solidaridad Nacional. El cuestionado
alcalde de Lima y candidato a la presidencia, Luis Castañeda, involucrado en el
caso Comunicore, recibió el espaldarazo
del presidente. Dijo García al ser consultado sobre la candidatura de Castañeda:
“Yo no me meto en ese lío (...) yo estoy aquí con mi candidato” y Castañeda le
respondió: “Usted es la estrella del Apra y yo soy el sol de Solidaridad”.
En la segunda vuelta de las elecciones del 2011, con Keiko Fujimori
y Ollanta Humala como finalistas, García no dudó aliarse con el fujimorismo. “Y
no sólo esa alianza. El reo Fujimori tuvo un tratamiento privilegiado durante
el gobierno de García, aunque los fujimoristas esperaban que le otorgue el
indulto”, dice Salgado. Hay que recordar su abierto apoyo a la candidata
naranja cuando dijo: “Perú deberá escoger entre un "cambio radical" o
una "mejora social". Además, las frases de otros apristas como
Luciana León: "He decidido votar por Keiko, con tranquilidad y
seguridad". Sobre aquello, Salgado recuerda: “En la segunda vuelta,
Velásquez Quesquén utilizó los espacios del partido para preparar a los
personeros de Keiko Fujimori”. La alianza era evidente.
Esta vez el APRA se ha aliado con Marco Tulio Gutiérrez en su plan
de revocar a Susana Villarán. Lo ha hecho a través de un comunicado. Sin
embargo, Luis Alberto Salgado, aprista separado del partido dos veces, la
primera por revelar la nacionalidad israelí del ex propietario de canal 2,
Baruck Ivcher, y la segunda por criticar al gobierno de García sobre su
respuesta ante los sucesos de Bagua, dice que el comunicado no fue aprobado por
la mayoría del partido: “Ese comunicado emitido por un logo que dice Partido
Aprista Peruano no representa el fruto de una decisión democrática. La cúpula
dirigencial es la que ha decidido sobre el apoyo a la revocatoria. No hubo una
decisión del APRA. Convocaron a dos plenarios, el 7 y 9 de enero a donde
asistieron 9 de los 43 secretarios distritales. Es un intento de sorprender a
la fe pública”, dijo.
Sobre la alianza del partido aprista con los revocadores, Salgado
señaló: “Alan García ha dicho que desconoce el proceso pero todos sabemos que
ni Nidia Vílchez se pondría ese polo amarillo, ni Mulder se movería en
coordinación con los fujimoristas y Marco Tulio Gutiérrez, ninguno de ellos se
atrevería a mover ningún dedo si no es por la
presión de García”.
“Hay mucho oportunismo, y debilidad en el APRA. La crisis se ha
agudizado desde el segundo gobierno de García
por la drasticidad de las políticas aplicadas, por el ambiente tóxico de
corrupción. La fórmula de la lealtad y la unidad que heredamos de Haya de la
Torre ha sido traicionada por Alan García y su cúpula. García ha chantajeado a
la militancia aprista. El partido ha sido vaciado de contenido doctrinario y de
ética”, agrega Salgado.
El ex dirigente aprista señala, además, que en diciembre del año
pasado, parte del APRA que se opone a la revocatoria le hizo llegar a la
alcaldesa de Lima, Susana Villarán una carta de apoyo. “Es perjudicial utilizar
un mecanismo democrático para interrumpir un periodo de mandato con fines
políticos ocultos y siniestros. Más allá de las diferencias que podemos tener
con la gestión de Villarán, no puede ser
pretexto para defenestrarla. Hay unas
intenciones mal sanas detrás de la revocatoria. No defiendo a Villarán pero
tengo la claridad de que la revocatoria le haría un gran daño a la ciudad de
Lima”, finaliza Salgado.
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