Escribe Carlos Monge
Quienes hemos venido
diciendo que el Proyecto Mina Conga es inviable ambiental, social y
políticamente, hemos sido frecuentemente acusados de conspirar contra el
desarrollo nacional pues el crecimiento de la economía y el bienestar de las
mayorías dependería de esa y otras inversiones mineras.
Pues bien, parece
que, efectivamente, Conga No Va. Y parece que tampoco van otros proyectos en
Cajamarca (¿Michiquillay? ¿Galeno?), ni tampoco Quellaveco en Moquegua. ¿Qué
pasó? ¿Rotundo triunfo de los antimineros? Santos y Arana hicieron retroceder a
Newmont, Lúmina y Angloamerican? Pues no. Más bien parece que el ajuste
hacia abajo de los precios internacionales del cobre y del oro hace dudar a sus
accionistas de la rentabilidad de estos proyectos, y deciden pararlos como
haría cualquier inversionista con dudas ante la conveniencia de inversiones de
esas magnitudes.
Y este no es un tema
solamente en el Perú. En diversas partes del mundo grandes empresas mineras han
puesto en compás de espera o han suspendido algunos grandes proyectos, pues
eran rentables con precios altos, y parece que están dejando de serlo ahora que
estos precios bajan un poco. Es más, varias de estas grandes empresas
mineras están despidiendo a sus jefes por haber apostado por grandes inversiones
que dependían de demandas y precios sostenidamente altos –lo que es imposible
en un mercado que es volátil por naturaleza-. De ello pueden dar fe Tom
Albanese, Cynthia Carroll, Roger Agnelli, Marius Kloppers, Diego Hernandez,
Aaron Regent, Tye Burt, y Richard O’Brien, los y las líderes de Rio Tinto,
Anglo American, Vale, BHP Billiton, Codelco, Barrick Gold, Kinross Gold, y
Newmont Mining que en estos meses han perdido sus cargos o están a punto de
perderlos por esta razón.
Si estas noticias se
confirman para el Perú, varios de los analistas que predecían el fin del mundo
si Conga se paraba, ya tendrían que estar alistando maletas y despidiéndose de
familiares y amigos. Pero quizás no sea para tanto. Según nos ha ilustrado
Marita Chappuis en un reciente panel en La Mula, Conga, Galeno y Michiquillay
tienen baja ley de mineral y efectivamente pueden dejar de ser rentables por
una baja moderada de los precios. Pero no pasaría lo mismo con proyectos de oro
y cobre con mejores leyes de mineral. Por ejemplo, Tintaya, Las Bambas, y
Antapaccay en Cusco y Apurímac. También Cerro Verde y Toquepala y Cuajone más
al sur.
En suma, se caen
algunos proyectos pero otros no, y el debate nacional sobre los
condicionamientos sociales y ambientales a la gran minería sigue adelante. Eso
sí, al final puede ser que Newmont deba agradecerle formalmente a Santos y
Arana haberles evitado enterrar miles de millones de dólares en una inversión
poco rentable en Conga.
Publicado
en el Diario La Primera, 23 de abril de 2013
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