Escribe
Pedro Francke
Carlos
Burgos, el reelecto alcalde de San Juan de Lurigancho, ha pasado de tener un
patrimonio de medio millón de soles a tener a su nombre propiedades por 10 millones
de soles, a lo que se suman 3 empresas dueñas de otros 18 inmuebles y 41 autos
y camiones de carga. Su casa propia es de 8 pisos, con billar, bar y piscina
incluidos, y se ha comprado además una casa grande (245m2) de playa en el
exclusivo balneario de Las Totoritas en Mala.
¿De
dónde habrá salido esta fortuna? ¿Solamente de coimisiones cobradas en las
compras municipales, el famoso “diezmo” en las obras públicas? ¿O son las
licencias y permisos municipales, que en un distrito altamente informal y
“emprendedor” pueden ser exigidas a unos y no a otros, teniendo para eso tiene
un ejército de serenazgos que opera como su guardia personal?
EL
SUELO
A
comienzos del 2011, Burgos hizo un gran movimiento por convertir a su distrito
en provincia, siendo ayudado por el APRA, cuyo operador político y ex - jefe de
Foncodes Carlos Arana acompañó la movilización. El castañedismo, en la persona
de José Luna, su congresista millonario suspendido en el pasado por vínculos
con Montesinos, también apoyó. Atrás de lo que parecía un reclamo localista por
autonomía, estaba en realidad un apetito distinto: según ley son los municipios
provinciales, y no los distritales, los que cambian la categoría de uso de
suelos. Cambiar un terreno de uso agrícola a uso urbano multiplica su precio
muchas veces, y en San Juan de Lurigancho tiene un territorio amplio y muchos
terrenos aun sin permiso de urbanizarse, resguardados como futuras áreas
verdes. Era atrás de este meganegocio que estaba Burgos, sobre quien pesar
varias denuncias por tráfico de terrenos en otras zonas como el límite con
Jicamarca (en la parte más al este y lejana de su distrito).
Si
en San Juan de Lurigancho el gran negocio es por el volumen de tierras
disponibles, en San Isidro y las zonas céntricas de clase media-alta, la
ganancia está en el precio por metro cuadrado. Ese precio hoy es estratosférico,
si se puede construir un edificio de 20 pisos. Si solo se puede construir uno
de 4 u 8, el negocio es proporcionalmente menor. Para lograr apropiarse de esas
jugosas ganancias, luego de convencer a un municipio distrital, el partido se
juega en el Concejo Metropolitano de Lima quien tiene la última palabra en el
cambio de zonificación en la ciudad de Lima. Esto bien lo saben algunos
regidores del PPC, que suelen patrocinar intereses de empresas inmobiliarias
con quienes están vinculados. Pablo Secada bien haría en tomar distancia de
algunos de sus colegas de bancada.
DEBAJO
DEL SUELO
Bajo
tierra se planifica la construcción del Metro de Lima en su tramo Callao-Ate
con ramal al Aeropuerto. El gobierno anuncia que esta llamada Línea 2 tendría
un costo de US$ 6,500 millones de dólares. Nunca ha habido en el Perú una obra
pública con un presupuesto tan elevado. Posiblemente la que más se le acerca es
la Transoceánica, 2,600 kilómetros de carretera que se planificaron costarían
US$ 800 millones pero terminaron costando US$ 2,800 millones de dólares. UUps,
pequeño sobrecargo de 200% a favor de Odebrecht.
Hace
unos meses, se suponía que la línea 2 del Metro de Lima costaría US$ 5 mil
millones. Ya le sumaron otros US$ 1,500 millones. Los ingenieros expertos en el
tema indican que el presupuesto está considerando un precio por kilómetro muy
superior, cerca del doble de lo que costaron otros subterráneos en países
europeos, donde la mano de obra es mucho más cara. ¿Por qué? No hay
justificación. Hay sospechas.
Se
pretende otorgar este contrato bajo una modalidad que no es la mejor,
permitiendo un esquema de Alianza Público-Privada APP como si hubiera un alto
grado de financiamiento privado mediante los pasajes, cuando en realidad el 80%
del costo lo va a poner el estado. De esa manera, la línea 2 del metro de Lima
nos costaría a los peruanos 12 veces más que TODO el presupuesto anual de
inversiones de la Municipalidad de Lima Metropolitana, incluyendo transportes,
parques, cultura, Barrio Mío y demás proyectos.
No
ayuda tampoco a la transparencia de este enorme gasto, el que esa obra esté
bajo el mando de Carlos Paredes Rodríguez, dueño de la empresa de alimentos
Alprosa, que hizo grandes negocios con el estado durante el fujimorismo y que
fue denunciada el año 2000 por entregar una papilla que estaba adulterada,
razón por la cual fue vetada de participar en licitaciones de Foncodes por 5
años. El ministro Paredes es íntimo de la pareja presidencial, gran
contribuyente de la campaña de Ollanta y pagadero de buena parte de los
ingresos mensuales que percibía Nadine Heredia en el periodo 2006-2011
(mediante la empresa Apoyo Total de su hermano José Guillermo). ¿Nos vendrán
otra vez con el cuento de “yo no sé nada” como en el caso López Meneses, como
Alan García con BTR y los petroaudios, como Fujimori con Montesinos?
POLITICA
La
corrupción tiene billeteras abultadas y dientes afilados, capacidad de comprar
voces y plumas, armar campañas electorales y negociar titulares. Atraviesan
paredes y Paredes. Tienen partidos y candidatos presidenciales con quienes
trabajar con confianza. Están en el día a día de las comisiones del Congreso.
NO
es fácil vencerlos. Es necesario un Frente Amplio para derrotar a la
corrupción.
Publicado en Hildebrandt en sus Trece, 29 noviembre 2013
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