Escribe Pedro Francke
Tras hacerse públicas las denuncias a
Qali Warma, Alberto Fujimori ha salido a defender al PRONAA, igual que Alan
García, quienes repiten que el programa de alimentación escolar del Pronaa que
ellos dirigieron estaba perfecto.
No es verdad. Pronaa solo tenía
presupuesto para entregar alimentación escolar durante 90 días al año, cuando
los niños van al colegio más de 190 días y tienen que comer todos los días del
año. Evidentemente, esta falta de continuidad del programa hacía que sus
efectos sobre la nutrición y el aprendizaje fueran bastante limitados, además
de dificultar una buena gestión de los mismos.
Los desayunos que entregaba el Pronaa que tanto defienden Fujimori y García
eran poco variados y poco agradables, lo que llevaba a que la mitad de los
niños y niñas, según estudios de la Defensoría, no los comían. Los niños y
adolescentes, como cualquiera de nosotros, se aburre si le dan lo mismo todos
los días y más todavía si es una galleta dura o un pan insípido. ¿Por qué no se
les pueda dar también una fruta, una manzana o un plátano, que no se malogran
tan rápido ni ensucian demasiado al comerse?
¿Alimentaban a todos los niños, acaso, esos gobiernos de García y Fujimori? No,
claro que no, según la ENAHO apenas alcanzaban a 1 millón 600 mil niños,
mientras la matrícula en primaria pública ascendió a 2,6 millones más otro
millón en inicial. Es decir, no llegaban ni a la mitad, cuando debía ser
universal.
Esos gobiernos no otorgaban presupuesto suficiente para los niños, al mismo
tiempo que aplicaban políticas neoliberales que concentran los ingresos y
reproducen la desigualdad y la pobreza rural. No es casualidad que se trata de
gobiernos de un reo en cárcel y otro especialista en escaparse de la justicia
con el apoyo de sus compañeros apristas bien ubicados como el actual Fiscal de
la Nación
He criticado el modelo de Qali Warma de otorgar en muchas ciudades del país alimentos preparados (ver http://www.otramirada.pe). Se trata de una confianza desmesurada en empresas que han resultado poco éticas. Pero esa misma defensa de empresas poco éticas la han tenido y tienen el fujimorismo y el aprismo, firmes al lado de empresas contaminadoras. También por eso, Fujimori y García no tienen autoridad moral alguna para criticar ahora.
Publicado en el Diario La Primera, 9 de octubre de 2013
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