domingo, 22 de diciembre de 2013

Empresas estatales y Petroperú

Escribe Pedro Francke
 
Singapur es uno de los “tigres asiáticos”, país que logró un alto crecimiento económico y cuyo PBI per cápita se compara al de Estados Unidos. Tiene muchas empresas estatales exitosas, como Singapur Airlines, que junto a empresas de puertos, transporte marítimo, semiconductores, construcción naval, ingeniería y banca, producen el 22% de su PBI. El Estado controla el banco más grande del país, el DBS. Singapur no es un país socialista ni nunca lo ha sido.
 
Veamos otros “tigres asiáticos”. Corea tiene empresas estatales cuyo peso en su economía es el doble del que tienen en la Argentina, cuyo gobierno es hoy acusado de estatista. En Taiwan, luego de tener empresas estatales que producen hasta 16% del PBI, la privatización retuvo para el gobierno el accionariado mayoritario en muchas empresas. Ninguno de estos países ha sido socialista.

China sí ha sido socialista. Y su crecimiento económico también ha venido de la mano con fuertes empresas estatales, que responden por un 40% de su PBI. Varias de ellas están presentes en el Perú, como Chinalco (que ahora explota Toromocho), la CNPC (petróleo) y otras.

Cerrando los ojos a esta realidad histórica, nuestra neoliberal DBA exige privatizar todo, incluyendo Petroperú. Receta única: privatización. Es como si Gastón Acurio solo pudiera preparar un plato y sin importar los ingredientes siempre los cocinará igual.

En el caso del petróleo, la privatización no es la receta seguida por Brasil, Chile, México o Colombia, por mencionar 4 países vecinos de diverso signo ideológico con poderosas empresas estatales. Tampoco es la receta de los países árabes. De las 10 mayores empresas petroleras del mundo, 8 son estatales.

Ahora en nuestro país un gobierno llamado “nacionalista” refuerza la política orientada a privatizar Petroperú. La forma de hacerlo es maniatar a Petroperú, impidiéndole que se financie para explotar el altamente rentable lote 64 que se le va a devolver en breve, y restringiéndolo a una modernización de la refinería de Talara que es socialmente rentable (porque reduce contaminación y evita enfermedades) pero cuya rentabilidad económica es baja.

Por el contrario, debiéramos reforzar Petroperú y dotarla de una administración renovada, capaz de enfrentar con éxito el reto de convertirla en un ejemplo de eficiencia y un aporte al proyecto nacional de desarrollo.
 
Publicado en el Diario La Primera, 18 de diciembre de 2013

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