sábado, 12 de enero de 2013

Diez Canseco: “Castañeda está detrás de la campaña pero la materia gris de la campaña mediática es García”


El congresista Javier Diez Canseco habla de la revocatoria contra la alcaldesa Susana Villarán: “La revocatoria es la expresión de la influencia que tiene el aprismo en el Jurado Nacional de Elecciones. El objetivo es producir una derrota que adelante un escenario negativo para la izquierda el 2014 y 2016”, agrega. Advierte que el cambio de autoridad paralizarán las obras.

“Creo que la revocatoria de autoridades es un derecho ciudadano, un derecho democrático de control sobre las autoridades. No es el equivalente a vacar a una autoridad por un acto delictivo o criminal sino la posibilidad de retirar del cargo a alguien que no cumple con sus compromisos. Sin embargo, en el país, la revocatoria se ha convertido en la principal arma de todos aquellos derrotados en un proceso electoral, que inmediatamente comienzan a ‘serruchar’ el piso a la autoridad elegida. Se ha deformado el concepto de ser un mecanismo de control ciudadano para convertirlo en un  instrumento de la oposición política desde el día siguiente a las elecciones”.

Para Diez Canseco la revocatoria a Villarán comenzó desde el día siguiente de su elección como alcaldesa de Lima y está sirviendo como instrumento para estancar lo avanzado durante la gestión: “La revocatoria es un instrumento de los sectores más corruptos que ha tenido la gestión municipal, que tratan de frenar la labor de investigación y el desarrollo de una gestión que ha tenido mucha más transparencia y control ciudadano. Se está utilizando este mecanismo para impedir que se vean los resultados de lo iniciado por Villarán. El objetivo central es que no se vea el resultado de la reforma del transporte en Lima, de lo que implica un nuevo mercado mayorista en la ciudad, las obras como el túnel hacia la Carretera Central,  el proyecto Río Verde. El objetivo es dejarlo todo a medias y evidenciar que nada de esto funciona”.

“El cambio de autoridad puede generar una parálisis de determinadas inversiones y esto generará un problema de empleo, sobre todo en construcción civil,  en  la culminación de las obras,  en la ejecución de los pagos que están pendientes porque hay más de 4 mil millones de soles colocados en estas inversiones”, dice Diez Canseco.

“El NO a la revocatoria de Susana es un NO a una politiquería que pretende sabotear la posibilidad de una gestión alternativa, evitar una labor moralizadora y evitar que se culminen asuntos que han sido postergados por décadas como la reforma del transporte. Claramente, los sectores que se hacen del poder para acumular riqueza personal se ven seriamente amenazados ante una gestión transparente”, agrega Diez Canseco.

Sostiene además que detrás de Marco Tulio Gutiérrez, la cabeza visible de la revocatoria, se encuentra sin duda el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio, que su juicio es un alcalde a quien la gente cree que le debe mucho porque hizo cierta cantidad de obras pero sobre el que pesan casos de fragrante corrupción como el de Comunicore. Diez Canseco va más allá y se anima decir que la materia gris detrás de la campaña contra Villarán es Alan García. “García es uno de los animales políticos más activos del país, es muy intuitivo, tiene una visión de la comunicación y la forma de hacer este tipo de campañas. Fue él el estratega de la campaña contra Humala el 2011, por ejemplo y junto a él está comprometido este núcleo denominado “la cofradía” que son un conjunto de directores  y voceros de determinados medios de comunicación que a todas luces coordinan las campañas”.

“Como en las viejas épocas del fujimorismo, cuando el SIN  lo coordinaba todo, se ve que ahora hay una coordinación de medios de comunicación que están sistemáticamente metidos en campañas comunes para demoler las opciones alternativas de cambio en el país. En la agenda de los medios está Antauro Humala y sus escándalos, sobre la ropa de Nadine, no se discute sobre el gaseoducto sur andino, sobre la nueva minería de la que habla Humala, de las nuevas responsabilidades que deben tener las industrias extractivas, sobre la concentración de tierras en grandes grupos económicos”, agrega.  

“El objetivo es producir una derrota que adelante un escenario negativo para la izquierda el 2014 y 2016”, señala Diez Canseco. “Si el gobierno de la señora Susana Villarán tuviera el tiempo para demostrar lo que está haciendo y lo que implica para la calidad de vida de los hombres y mujeres que viven en Lima y los cambios que esto representa, no tengo ninguna duda de las posibilidades de un nuevo gobierno de izquierda para Lima. Esta campaña apunta a cerrar esta posibilidad y demostrar que es un fracaso y golpear también otras posibles candidaturas de cara al 2016”.

Y es que la ecuación de la revocatoria es simple: A Lima le costaría alrededor de 140 millones de soles la consulta y el proceso electoral para elegir al nuevo alcalde. En el intermedio tendríamos un gobierno transitorio de meses y finalmente un nuevo alcalde que sólo estaría un año en el sillón municipal. “Desestabilizará la ciudad y hará perder dos años de gobierno”, dice el congresista.

“La revocatoria es la expresión de la influencia que tiene el aprismo en el Jurado Nacional de Elecciones. Es conocido el vínculo del señor Távara (Francisco Távara), que acaba de ser elegido presidente del JNE, con el aprismo. Y esto ha quedado muy claro con el destape del caso Pastor y las enormes influencias que tienen para resolver problemas de autoridades revocadas. Sino ¿por qué el jurado insiste en llevar a cabo el proceso de consulta en marzo y no en octubre como los otros procesos en el resto del país? Se muestra claramente las intenciones de cortarle todas las posibilidades de campaña a Villarán y de impedirle mostrar las obras culminadas. Se está planteando una revocatoria de tres a cuatro meses de plazo, lo que no tiene antecedentes”, dice Diez Canseco.

“Hay que darle el oxígeno al gobierno municipal de Susana Villarán para culminar y presentar a la ciudad lo que está haciendo. El proyecto más interesante es el de “Barrio Nuevo”, que apunta a levantar muros de contención en las zonas más pobres de los cerros, donde pueden ocurrir derrumbes. Otra gran posibilidad son los Hospitales de la Solidaridad y la posibilidad de cooperación de gremios médicos, nacionales e internacionales, de lanzar un agresivo programa de atención básica de salud para los sectores de la población que no tienen acceso a estos servicios”, finalizó.

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