lunes, 14 de enero de 2013

Productos de la sierra llegarían en tren directamente al Gran Mercado Mayorista de Lima en Santa Anita


Se estima reducir en 50% el costo del transporte a la capital, beneficiando a miles de compradores que acuden diariamente a este centro de abastos.

 
Este mes se realizarán las pruebas pilotos del proyecto “Puerto Seco”, el cual tiene como finalidad trasladar directamente la producción de la sierra central del país a Lima, abaratando los costos de transporte y ofreciéndola a menor precio a las familias limeñas, así lo señaló Ricardo Giesecke, presidente del Directorio de la Empresa Municipal de Mercados S.A. (Emmsa).


“El principal objetivo de este proyecto es el traslado de la mercadería en tren que vendrá de Huancavelica, Cerro de Pasco, Ayacucho y Huánuco, lo que beneficiará a los agricultores de estos cuatro departamentos,  y a  los compradores en Lima, así se reducirá en casi la mitad del costo en transporte. Los productos vendrán directamente al Mercado de Santa Anita en el tren que tiene una capacidad para movilizar 3 mil toneladas al día. Por mencionar un ejemplo, en este lugar al día ingresan máximo 2,400 toneladas de papa”, sostiene Giesecke.

 
Con la implementación del proyecto “Puerto Seco” no solo se reducirá el costo de venta final, sino que además contribuirá en descongestión de la Carretera Central, ya que menos camiones circularán por esta vía.

 
“La propuesta es hacer una línea del tren que entre hasta el nuevo mercado. Estamos identificando su viabilidad  o, de lo contrario, descargar los productos en la Estación ferroviaria de Santa Clara, que está a cinco minutos de este lugar”, dice Giesecke.

 
Por otro lado, informó que la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, sostuvo diversas reuniones con los representantes de los gobiernos regionales y les propuso que se organicen con sus agricultores para que puedan vender directamente su producción, a precios competitivos y con la garantía de los técnicos de cada región. Esta propuesta ha sido respaldada por el Ministerio de Agricultura y por el gremio Conveagro.

 
Otro de los proyectos que actualmente trabaja la Municipalidad de Lima es la creación de los   “súper mercados minoristas”, donde se venderán los principales productos a costos muy por debajo que en cualquier centro de abastos de la capital.

 
Con el inicio de operaciones del Mercado de Santa Anita se ha logrado que los comerciantes trabajen de manera formal. “La Sunat ahora cobra cosas que están en la teoría de sus normas que nunca hizo, y la municipalidad puede verificar que el transporte pesado cumpla con la norma, que tampoco se realizó por décadas”, dijo Giesecke, informó además que actualmente se viene coordinando en la formalización de todos los trabajadores.

 
“Los más de 40 años de olvido que ha tenido La Parada han hecho que la gente crea que lo importantes es que sea barato, no que sea bueno ni saludable, por eso teníamos el tema la invasión de calles, la sobre población de venta en cualquier condición de sanidad. La Parada ha sido producto del desinterés, la desatención y marginación por parte de todos en la sociedad. A nadie le interesó este lugar por muchos años, cuando nunca tuvo que existir”, expresó el presidente de Emmsa.

 
Una de las principales ventajas del mercado Santa Anita es la seguridad
Héctor Salazar es un comprador que viene desde Callao hasta Santa Anita y ve con agrado el nuevo centro de abastos  en este lugar.  “La amplitud y la seguridad es una de las principales ventajas de este nuevo mercado. Antes había mucho riesgo y fui asaltado en varias ocasiones en los alrededores. Todo está ordenado y veo mucha seguridad”, manifestó.

 
Mientras tanto, Santos Mio (40)  es uno de los comerciantes que ha sido uno de los beneficiados con este nuevo mercado mayorista, luego de 30 años trabajando de manera informal hoy es dueño de un espacio y puede desarrollar con tranquilidad su labor. “Se vende bien pero a veces el clima afecta un poco, yo traigo entre 10 a 12 toneladas diarias de frutas, igual que en mi anterior puesto. Yo era un inquilino en La Parada, por un espacio pagaba dos mil soles mensuales y ahora me conviene, estoy solo, nadie me molesta. Encima, el dueño pedía adelanto y si no le pagabas te botaba.”

 
Rosa Aspe (29), se dedica a la venta de tomates por más de diez años, ella dijo que “la venta se ha mantenido, las personas poco a poco van llegando, pero es mucho mejor ya que es ordenado, higiénico, mucho amplio y los horarios de descarga nos permiten planificar mejor nuestro diario”.


Datos
En el antiguo mercado de La Parada se calculó aproximadamente la presencia de 3 mil estibadores, pero solo trabajan mil de ellos al día. Actualmente, existen cerca de  800 de ellos, plenamente identificados. Se viene incorporando progresivamente el uso de la tecnología como: la jaba, la transpaleta, la parihuela, el cargador tijera, entre otros.

 
Aproximadamente ingresan 1600 vehículos al día, lo que significa que llegan cerca de 12 mil compradores al mercado de Santa Anita.

 
Según indicadores de Emmsa, un comprador promedio ahora se demora la tercera parte de tiempo que en La Parada. Antes acudían muy temprano, buscaban sitio, pagaban cupo por el sitio, guardianía y sus carros eran asaltados.

 
Ahora hay más control  de los carros pesados que ingresan a Lima. Todos deben tener ruta, horario y destino.

 
En La Parada un camión se demoraba casi un día completo en descargar los productos. En la actualidad se ha reducido en casi dos horas.

 
El dueño de un puesto en La Parada ganaba mensualmente entre 9 y 12 mil soles y no tributaba ni rendía cuentas de sus ingresos.

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