Se
estima reducir en 50% el costo del transporte a la capital, beneficiando a
miles de compradores que acuden diariamente a este centro de abastos.
Este
mes se realizarán las pruebas pilotos del proyecto “Puerto Seco”, el cual tiene
como finalidad trasladar directamente la producción de la sierra central del
país a Lima, abaratando los costos de transporte y ofreciéndola a menor precio
a las familias limeñas, así lo señaló Ricardo Giesecke, presidente del
Directorio de la Empresa Municipal de Mercados S.A. (Emmsa).
“El
principal objetivo de este proyecto es el traslado de la mercadería en tren que
vendrá de Huancavelica, Cerro de Pasco, Ayacucho y Huánuco, lo que beneficiará
a los agricultores de estos cuatro departamentos, y a los
compradores en Lima, así se reducirá en casi la mitad del costo en transporte.
Los productos vendrán directamente al Mercado de Santa Anita en el tren que
tiene una capacidad para movilizar 3 mil toneladas al día. Por mencionar un
ejemplo, en este lugar al día ingresan máximo 2,400 toneladas de papa”,
sostiene Giesecke.
Con
la implementación del proyecto “Puerto Seco” no solo se reducirá el costo de
venta final, sino que además contribuirá en descongestión de la Carretera
Central, ya que menos camiones circularán por esta vía.
“La
propuesta es hacer una línea del tren que entre hasta el nuevo mercado. Estamos
identificando su viabilidad o, de lo
contrario, descargar los productos en la Estación ferroviaria de Santa Clara,
que está a cinco minutos de este lugar”, dice Giesecke.
Por
otro lado, informó que la alcaldesa de Lima, Susana Villarán, sostuvo diversas
reuniones con los representantes de los gobiernos regionales y les propuso que
se organicen con sus agricultores para que puedan vender directamente su
producción, a precios competitivos y con la garantía de los técnicos de cada
región. Esta propuesta ha sido respaldada por el Ministerio de Agricultura y
por el gremio Conveagro.
Otro
de los proyectos que actualmente trabaja la Municipalidad de Lima es la
creación de los “súper mercados minoristas”, donde se venderán
los principales productos a costos muy por debajo que en cualquier centro de
abastos de la capital.
Con
el inicio de operaciones del Mercado de Santa Anita se ha logrado que los
comerciantes trabajen de manera formal. “La Sunat ahora cobra cosas que están
en la teoría de sus normas que nunca hizo, y la municipalidad puede verificar
que el transporte pesado cumpla con la norma, que tampoco se realizó por
décadas”, dijo Giesecke, informó además que actualmente se viene coordinando en
la formalización de todos los trabajadores.
“Los
más de 40 años de olvido que ha tenido La Parada han hecho que la gente crea
que lo importantes es que sea barato, no que sea bueno ni saludable, por eso
teníamos el tema la invasión de calles, la sobre población de venta en
cualquier condición de sanidad. La Parada ha sido producto del desinterés, la
desatención y marginación por parte de todos en la sociedad. A nadie le
interesó este lugar por muchos años, cuando nunca tuvo que existir”, expresó el
presidente de Emmsa.
Una de las
principales ventajas del mercado Santa Anita es la seguridad
Héctor
Salazar es un comprador que viene desde Callao hasta Santa Anita y ve con
agrado el nuevo centro de abastos en
este lugar. “La amplitud y la seguridad
es una de las principales ventajas de este nuevo mercado. Antes había mucho
riesgo y fui asaltado en varias ocasiones en los alrededores. Todo está ordenado
y veo mucha seguridad”, manifestó.
Mientras
tanto, Santos Mio (40) es uno de los
comerciantes que ha sido uno de los beneficiados con este nuevo mercado
mayorista, luego de 30 años trabajando de manera informal hoy es dueño de un
espacio y puede desarrollar con tranquilidad su labor. “Se vende bien pero a
veces el clima afecta un poco, yo traigo entre 10 a 12 toneladas diarias de
frutas, igual que en mi anterior puesto. Yo era un inquilino en La Parada, por
un espacio pagaba dos mil soles mensuales y ahora me conviene, estoy solo,
nadie me molesta. Encima, el dueño pedía adelanto y si no le pagabas te
botaba.”
Rosa
Aspe (29), se dedica a la venta de tomates por más de diez años, ella dijo que
“la venta se ha mantenido, las personas poco a poco van llegando, pero es mucho
mejor ya que es ordenado, higiénico, mucho amplio y los horarios de descarga
nos permiten planificar mejor nuestro diario”.
Datos
En
el antiguo mercado de La Parada se calculó aproximadamente la presencia de 3
mil estibadores, pero solo trabajan mil de ellos al día. Actualmente, existen
cerca de 800 de ellos, plenamente
identificados. Se viene incorporando progresivamente el uso de la tecnología como:
la jaba, la transpaleta, la parihuela, el cargador tijera, entre otros.
Aproximadamente
ingresan 1600 vehículos al día, lo que significa que llegan cerca de 12 mil
compradores al mercado de Santa Anita.
Según
indicadores de Emmsa, un comprador promedio ahora se demora la tercera parte de
tiempo que en La Parada. Antes acudían muy temprano, buscaban sitio, pagaban
cupo por el sitio, guardianía y sus carros eran asaltados.
Ahora
hay más control de los carros pesados
que ingresan a Lima. Todos deben tener ruta, horario y destino.
En
La Parada un camión se demoraba casi un día completo en descargar los
productos. En la actualidad se ha reducido en casi dos horas.
El
dueño de un puesto en La Parada ganaba mensualmente entre 9 y 12 mil soles y no
tributaba ni rendía cuentas de sus ingresos.
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